El Centro recibió materiales documentales de los diferentes departamentos – incluida la Junta de censura, lo que hoy es un tesoro singular – y adquirió un buen número de libros que fueron la base de la actual biblioteca. “Poco más se puede recordar de aquella etapa, salvo las buenas intenciones y la clarividencia sobre lo obvio que supone arbitrar un sistema capaz de dejar constancia de actividad tan frágil y escurridiza como es el teatro”, escribía Moisés Pérez Coterillo en el número 0 de la revista El Público, que fue durante diez años, desde su aparición en 1983, el buque insignia de este Centro de Documentación Teatral.
En un libro que se publicará en este año, repasaremos las diferentes etapas de esta institución con los que han sido sus directores: César Oliva, Andrés Peláez, Cristina Santolaria y Julio Huélamo.
Antes de que aparezca esa publicación, queremos compartir con quienes siguen nuestra web y nuestros medios, desde este junio hasta que finalice el año, algunos tesoros de un fondo documental único: junto a nuestro archivo de más de un millón de documentos, que incluye unas cuatrocientas mil fotografías; junto a nuestras publicaciones y nuestro gestor de bases de datos, tal vez el más singular de nuestros fondos son las cerca de diez mil obras grabadas en vídeo, una parte de las cuales se pueden disfrutar en una plataforma pionera en este tipo de servicio, la Teatroteca.
Hemos elegido doce fragmentos inolvidables. Podríamos haber elegido mil, así de rico es nuestro fondo y así de rica ha sido la historia de nuestro teatro desde que, hace más de cuarenta años, venimos registrando en soportes audiovisuales la realidad del teatro en nuestro país.
Son doce viajes con grandes obras y grandes intérpretes. Doce tesoros.
Continuamos la serie con otro Calderón: El alcalde de Zalamea. En diciembre de 1979, Fernando Fernán-Gómez dirigió este montaje en el Centro Cultural de la Villa de Madrid. La obra salió de gira y la grabación que mostramos fue realizada en julio de 1980 en el Corral de Comedias de Almagro. Fernán-Gómez asume el papel protagonista y nos ofrece un Pedro Crespo con ecos de sabor antiguo, enraizado en una tradición que conoce muy bien. Le da la réplica un muy joven capitán, Joaquín Kremel. Un viaje en el tiempo de la mano del actor que todos consideraban un maestro. Que usted lo disfrute.