La exposición original del vestuario escénico de Caballé debía inaugurarse a mediados de 2020 en el edificio de Can Serra de la Diputación de Barcelona, pero fue cancelada debido a la pandemia. Posteriormente, el Museo de las Artes Escénicas planteó hacer una experiencia más cercana y abrir la muestra a grupos reducidos durante sólo cuatro días, del 11 al 14 de noviembre. Pero ante la ampliación de las medidas para contener la pandemia y la cancelación de la Noche de los Museos prevista para el 14 de noviembre, el MAE ha optado ahora por ofrecer a la ciudadanía la posibilidad de ver la exposición virtualmente. En cualquier caso, el objetivo es montar la exposición presencial en el Instituto del Teatro y abrirla al público de cara a la primavera de 2021, previsiblemente en el marco de la Noche de los Museos prevista para el mes de mayo.
La indumentaria de Montserrat Caballé ha dado vida a algunos de los personajes femeninos más admirados de la ópera como Maria Stuarda, Isabel de Valois o Floria Tosca. El vestido más antiguo que recoge la exposición virtual es un diseño del destacado escritor y figurinista inglés Jean Hunnisett para la versión de Der Rosenkavalier, De Richard Strauss, estrenada en la Ópera de Viena en 1965. El resto de piezas fueron utilizadas hasta los años 80 y se pudieron ver en escenarios como el Théâtre Antique de Orange de Francia, La Scala de Milán, la Metropolitan Opera House de Nueva York, la Royal Opera House de Londres, la Ópera de Marsella o el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, espacio donde Caballé lució seis de los siete trajes comprados. La muestra quiere destacar también la relevancia del diseño de vestuario en la creación del personaje a través de una mirada específica a la relación entre Caballé y su armario operístico.
Esta es la colección más grande de trajes de escena de Montserrat Caballé en un museo. Los otros museos que tienen piezas de la soprano catalana son el Centre National du Costume de Scène te de la Scénographie de Moulins, en Francia, que dispone de dos vestidos de la Ópera Turandot , y la Galleria del Costume di Palazzo Pitti de Florencia, en Italia, que tiene un vestido de la obra Semiramide y otro de Norma.
Los siete trajes adquiridos, que pertenecieron a la propia soprano, fueron vendidos en una subasta benéfica entre los años 2013 y 2015. El MAE logró el vestuario mediante la oferta de una empresa de compra-venta de arte.
Los trajes de ópera de Caballé vienen a completar la importante colección de indumentaria operística del MAE que cuenta con piezas de Hipólito Lázaro, Manuel Ausensi, Celestino Sarobe, Mercè Capsir, Francisco Viñas, María Espinalt y Victoria de los Ángeles. Sumar los vestidos de Caballé permite poner en valor la colección entera de indumentaria del museo que supera las 1.000 piezas y que preserva, aparte de los trajes de los artistas ya mencionados relacionados con la ópera, vestuario de otros tan diversos como: Enrique Borràs, Margarita Xirgú, Antonio el Bailarín, Carmen Amaya o Tórtola Valencia.
Caballé, una voz inolvidable
La soprano Montserrat Caballé (1933 – 2018) ha sido una de las voces más importantes del siglo XX. Especialista del repertorio del bel canto, fue una de las primeras voces del mundo por su calidad vocal, inspiración y perfecto dominio de la técnica. Su amplísimo repertorio, con más de un centenar de obras, abarca desde el barroco hasta el verismo.
Su debut oficial fue en 1956 con La flauta mágica de Mozart. El mismo año actuó en el Carnegie Hall de Nueva York, sustituyendo a última hora Marilyn Horne en un recital de la Lucrezia Borgia de Donizetti. A partir de ese momento la carrera de Montserrat Caballé despega, actuando en escenarios como la ópera de Rouen, donde interpretó la Violetta de ‘La traviata’ (1972) y la Norma Belliniano (1974); el Teatro Colón de Buenos Aires, donde se convirtió en la Liù de ‘Turandot’ (1965), y La Scala de Milán, donde hizo uno de sus papeles más importantes, el de María Stuarda (1971).
Entre los muchos premios musicales recibidos, destacan la Medalla de Oro del Gran Teatro del Liceo (1996), el Premio Grammy a la mejor interpretación vocal solista de música clásica por su interpretación en el álbum Rossini: Rarities (1968) o la medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña (1982).