Es difícil imaginar un género que le venga mejor a Ron Lalá que el entremés, especialmente el entremés de después de Quiñones Benavente, ese que no acaba a palos, sino a bailes y canciones. No es extraño, pues, que triunfara, una vez más, en el Aurea del Festival de Almagro, con sus Andanzas y entremeses de Juan Rana. Y que lo hiciera a lo grande. Porque había ganas, muchas ganas, de Ron Lalá. Porque se nota el enorme trabajo que sustenta la función. Porque la fórmula que han desarrollado Yayo Cáceres y Álvaro Tato, que en anteriores citas dio leves muestras de cansancio, funciona a la perfección con Cosme Pérez, artista bujarrón, dueño y señor de las tablas áureas en las piezas cortas, alcalde perpetuo, matasanos, bobo profesional, máscara y estereotipo, rey y reina del teatro reidor, ese que levantaba las malas comedias y hacía lucir las buenas, amo, en fin, de la Jocosería....