Los errores son intrínsecos a la vida humana, creando un terreno fértil para situaciones divertidas y, a menudo, sorprendentes. Estos deslices nos muestran que la perfección y la estandarización a menudo se quedan cortas frente a la riqueza de los equívocos y las sorpresas que nos brinda la realidad. De hecho, es en la intersección entre lo correcto y lo erróneo donde se forjan las situaciones más divertidas y se teje el tapiz complejo de nuestras vidas cotidianas. En este contexto, esta obra representada en Teatros del Canal se erige como un espejo cómico de nuestras propias experiencias, explorando de manera magistral los enredos hilarantes que surgen de la confusión y demostrando que incluso en medio del caos, podemos encontrar la belleza de la risa y la comprensión mutua....