Siempre se suele decir que a rey muerto, rey puesto. La indignación del equipo saliente, y más en las condiciones en las que se ha producido, choca con la alegría y efusividad de un equipo entrante cuya premisa es conservar en un primer año la agenda heredada de la anterior dirección, para ponerse mientras a trabajar sobre lo mismo. Nada del programa llama escandalosamente la atención. Es la continuación de los mismos proyectos que, en principio, contarán con distintos coreógrafos y maestros. Y en esto sí que debemos detenernos....