El 17 de diciembre de 1833 murió asesinado Kaspar Hauser, en circunstancias tan enigmáticas como las que rodearon el momento en el que se lo vio por primera vez: en la primavera del año anterior, en una plaza de Núremberg, con la ropa rota (aunque alguna vez había sido de buena calidad), cara adolescente y una nota anónima en el bolsillo que indicaba su nombre, que su padre era un militar ya fallecido y que había recibido instrucción en "la lectura, la escritura y el cristianismo"....