Habitamos el infierno en la tierra. Triunfan el odio, el desprecio y el miedo al diferente, al otro, al que viene de lejos, al que no es como nosotros. Cerramos la puerta a quien pide refugio. Expulsamos a quien ocupa el lugar al que aspiramos. Negamos la mano al hermano. Levantamos fronteras, barreras, muros... y perseguimos y abatimos a quien intenta franquearlos. En nuestras relaciones cotidianas nos salpicamos de avaricia, mentira, codicia, ambición, frustración... Los deseos nos ciegan y ansiamos satisfacerlos sin llegar a conseguirlo plenamente... ...