Dramaturgia de Juan Diego Botto, Sergio Peris-Mencheta y Ahmed Younoussi. Basado en la vida de Ahmed Younoussi e interpretado por él mismo
«14.4 pretende explorar, desde un lenguaje descarnadamente realista y a la vez indisimuladamente lírico y poético, el viaje que separa dos mundos que viven a tan solo 14.4 kilómetros de distancia. Seguiremos la historia de Ahmed, un niño que escapa del maltrato familiar para habitar las calles de Tánger. Allí, en las calles de la ciudad portuaria, llegarán aventuras, sueños y desventuras y una obsesión que lo recorre todo… cruzar a España. Una España que es vista como el paraíso en la tierra, el final del camino, la Ítaca con la que sueña todo viajero. Ahmed consigue cruzar con 9 años a la península escondido en los bajos de un camión. Y aquí, en la tierra prometida llegará otra odisea que se aleja de lo soñado pero que no está exenta de sentido del humor, aventuras, redes de solidaridad y finales inesperados.»
Juan Diego Botto
Génesis de 14.4
«14.4 nace en 2009 durante el rodaje del cortometraje Metropolis Ferry (Dir. Juan Gautier) que cuenta la historia de 3 hermanos, que volviendo de Marruecos tienen un incidente en el puerto de Algeciras al descubrir el maltrato por parte de las autoridades portuarias a un chico marroquí que viajaba escondido en los bajos de un camión.
El primer día de rodaje, el actor que debía interpretar al chico marroquí no apareció en el set y terminó haciendo el papel el chaval en quien estaba inspirada parte de la historia: Ahmed Younoussi. Ahmed por aquel entonces tenía unos 17 años y había venido al set acompañado de Borja, su tutor, para asesorar al actor que no se presentó.
Pero ese día su vida tomaría un nuevo rumbo. Sorprendido por su capacidad para, sin ninguna experiencia enfrentarse a un rodaje, a decir un texto, a resultar orgánico, me lancé a proponerle a Borja mi ayuda para buscarle una beca en alguna escuela de actuación de Madrid. Al año siguiente Ahmed estaba cursando primero en la escuela de Cristina Rota.
Ya entonces les prometí a él y a Borja, después de escuchar su historia, que algún día él mismo se subiría a un escenario a compartirla con el público.
Han pasado casi 15 años y parece que por fin el proyecto arranca y el círculo se cierra.
Borja falleció prematuramente hace unos años y esta función es, no solo necesaria por lo que cuenta, sino también un homenaje a todas y todos los que “tutorizan”, ayudan, acogen y cuidan de esos niños que hoy en día conocemos como MENAS y que, como en el caso de Ahmed, llevan en la calle desde muy temprana edad huyendo del infierno de su propio hogar, soñando con el espejismo de una Europa que está muy lejos aún de, ni tan siquiera, tenerlos en cuenta.»
Sergio Peris-Mencheta