Machi da vida a Ángela, una monja copista que, en un futuro distópico –año 2037- recibe un oscuro encargo gubernamental: hacer una réplica exacta de ‘Las Meninas’ de Velázquez para venderlas en el mercado negro.
Durante la elaboración, la monja será presa de un ‘ataque de artista’ y abandonará su labor artesanal para indagar en las diferentes corrientes del arte contemporáneo, convirtiendo la obra en «una lucha contra la vanidad».
«Pero es que la vanidad no es solo patrimonio del artista, también hay panaderos vanidosos», ha comentado Machi con humor, quien ha señalado que la edad «y lo que te haya costado llegar a las cosas» son una buena barrera para este defecto.
«De hecho, una dosis justa de vanidad es necesaria para crecer, uno necesita quererse. Cuando te juega malas pasadas es cuando dejas de admirar lo que hace el de al lado: la vanidad mal gestionada resta creatividad», ha apuntado.
Caballero ha reconocido que la elección de ‘Las Meninas’ no ha sido casual, puesto que, con este cuadro, Velázquez hizo «una conquista de la subjetividad» para los artistas. «Abrió la puerta a la concepción moderna del arte, pero los sueños de la subjetividad producen monstruos: también a la autorreferencialidad o al ensimismamiento», ha apuntado.
Así, el director ha explicado que, entre los referentes en los que se inspiró para construir este personaje, se encontraban artistas «marginados, rechazados y excluidos del ‘establishment'» cultural. Machi estará acompañada en escena por Francisco Reyes –una suerte de ‘demonio’ encarnado en vigilante nocturno– y Mireia Aixalà, quien da vida a una peculiar directora del Museo del Prado.
La nueva política
No obstante, la obra no solo mira al arte desde dentro, sino que también hay una reflexión sobre el papel de las autoridades respecto a las Humanidades. «Hay una referencia a la ausencia y progresiva esquilmación de las disciplinas artísticas en los planes de estudio y es que creo que todavía no somos conscientes de la factura que nos va a pasar esto», ha señalado Caballero,
En este sentido, ha reconocido que uno de los impulsos para escribir esta obra fue el de su «decepción» respecto a las formaciones de la «nueva política». «Me ha llegado el silencio tanto de la vieja como de la nueva política, pero de éstos últimos me ha llamado la atención cuando hablan por ejemplo de dejar instituciones de gran peso y calado en manos de agrupaciones vecinales. El desconocimiento y la ignorancia estaban ahí», ha lamentado.
La liberación de la mujer
Incluso Carmen Machi ha reconocido que, tras representar la obra varias veces, son los propios espectadores los que sacan otras lecturas, como la de la liberación femenina. «Cuando una persona empieza a despojarse del hábito se comporta de manera diferente y es muy interesante ver cómo ella disfruta por lo que va descubriendo pero también sufre por lo que pierde», ha apuntado.
‘La autora de Las Meninas’ es asimismo un viaje por los distintos movimientos artísticos del siglo XX (vanguardismo, expresionismo abstracto, minimalismo o performance) a través del lenguaje y de la escenografía. La obra, que ha pasado ya por Toledo o Barcelona, estará en el Valle Inclán hasta el 28 de enero.