La puesta en escena fue dinámica. Desde que el espectador entra en la sala puede apreciar la denominada caja negra, escenario, sin más artificio. Cuando la función comienza, y arropados por compases musicales de un acordeón y una guitarra, salen cantando los tres actores, junto a los músicos, y tirando de un carro, que a la vez está enganchado a un perchero repleto de vestuario y atrezzo. Un recuerdo a los cómicos de la legua.
Capítulos y aventuras del Quijote han representado de forma magistral con el único artificio de la palabra y los pocos elementos que del perchero salían. La lucha con los molinos, un carro y unas aspas movidas por Valeria Ortega, quien da vida al personaje de Dulcinea. Y es que Dulcinea se ha empeñado en compartir con Don Quijote y Sancho algo más que las aventuras. Los dos actores argentinos que dieron vida a Don Quijote y Sancho fueron Juan Bär y Juan Bampini.
La despedida, igual que la presentación. Recogida de los elementos en el carro y camino hacia otro local de ilusión. Visiblemente emocionada vimos a Valeria Ortega por el aplauso de todo el público infantil que abarrotaba, un día más, el coliseo almagreño. Palabras de agradecimiento tuvo la compañía hacia el Festival y hacia su directora, por acoger la propuesta y haberles convocado.
Natalia Menéndez, no sé qué les das tú y tu equipo a las compañías y participantes que se encuentran como en casa. Antes de acabar el festival tenemos que averiguarlo.
Ayer participó la compañía Teloncillo Teatro con su espectáculo Caperucita, lo que nunca se contó. Hoy cierra la compañía brasileña Canta Circo & Teatro la participación en el Certamen Internacional Barroco Infantil con su espectáculo ShakesPirando.
El sábado conoceremos la compañía ganadora de la presente edición.
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