La mujer buena se cuestiona, a través de visiones contrapuestas del feminismo y la filosofía, cuál debe ser el papel del arte y del teatro ante los hechos más trágicos
La controversia y la falsa moral toman la escena de la mano de dos personajes femeninos contrapuestos que traducen a escena conceptos como la esclavitud moral, la virtud del egoísmo o el racionalismo en la decadencia del ser humano occidental
“Romper la paz es necesario cuando la paz viene avalada por el silencio y el miedo. Romper la paz es inevitable cuando el fantasma del totalitarismo amenaza la libertad. Romper la paz es el único recurso que nos queda cuando la convivencia se ve amenazada por el engaño y la confusión”. Así reflexiona Teatro Urgente sobre su nueva producción, un espectáculo que indaga en el pensamiento del filósofo Friedrich Nietzsche. En La mujer buena “nos cuestionamos el lenguaje, la falsa bondad y la instrumentalización del arte a través del choque de dos figuras femeninas que encarnan distintos arquetipos”, afirma el colectivo escénico.
“He roto la paz”, dice uno de los personajes de la obra. Una decisión personal que rompe la armonía y que ocurre en un momento en el que la tragedia se acerca para cuestionar el valor de los actos individuales. “Durante la creación de La mujer buena estalló la guerra y este hecho trágico también pasó a formar parte, como no podía ser de otro modo, de esta nueva edición de Teatro Urgente”, reflexiona la dramaturga e intérprete Karina Garantivá.
Arquetipos femeninos enfrentados
Dividida en tres partes o «momentos», la función tiene como protagonistas a dos actrices que encarnan dos arquetipos diferentes: una es la «madre», y se ve a sí misma como parte de una colectividad; la otra es la «artista», una mujer cuyo posicionamiento vital se funda en la individualidad del ser humano.
Las dos mujeres representan dos actitudes confrontadas. Una de ellas se reafirma en lo identitario y reivindica la función social del arte. La otra defiende su individualidad y la idea del teatro como espacio no sujeto a requerimientos políticos o morales. Se trata de un intenso choque entre posturas opuestas que rehúye la pequeña anécdota para abordar cuestiones de mayor calado existencial. En este sentido, ambas figuras, como en la antigua tragedia griega, se tornan arquetipos no solo femeninos sino de nuestra humana condición.
En palabras de la propia Karina Garantivá: “El pensamiento de Friederich Nietzsche forma parte de esta pieza, dotando a los personajes de actitudes que cuestionan todo lo que les rodea. Y lo primero que cuestionan son las dos palabras que titulan la pieza “mujer” y “buena”. Esta no es una obra de mujeres, es una obra de seres humanos que persiguen sus deseos y descubren que para conseguirlos deben ejercer una violencia que quizá resulte menos peligrosa que reprimirse de hacerlo”.
Teatro Urgente y el Teatro Quique San Francisco
El Teatro Quique San Francisco está firmemente comprometido con la creación de una dramaturgia que dé cuenta de las cuestiones de nuestro tiempo. Esto implica ofrecer un espacio estable de exhibición y dar oportunidades a dramaturgos y directores de diferentes lugares y con formas diversas de entender la escena. Pero su labor va más allá, decidido a apoyar la investigación y la creación en sus instalaciones. Con ese fin promueve el programa de residencias artísticas desde 2019, gracias al cual se han desarrollado ya cinco proyectos que se han gestado o han visto la luz en este teatro, entre ellos, Teatro Urgente, un interesante dispositivo que está siendo de lo más fecundo.
Teatro Urgente es un proyecto colectivo de creación e investigación teatral liderado por Karina Garantivá y Ernesto Caballero, residente en el Teatro Quique San Francisco de Madrid. La prensa especializada ha elogiado sus trabajos como “el presagio de un nuevo estilo teatral en el instante de su alumbramiento” (El Imparcial), “teatro contra el totalitarismo” (El País) o “teatro a lo grande donde chocan filósofos y fanáticos” (El Confidencial).
Desde la plataforma de Teatro Urgente se han posibilitado encuentros con diferentes agentes del sector de las artes escénicas y se han puesto en pie -además de La mujer buena que ahora se estrena- otros tres proyectos que aúnan pensamiento y teatro bajo la dirección de Ernesto Caballero: En el lugar del otro, Hannah Arendt en tiempos de oscuridad y Voltaire. Se trata de algo más que una residencia: es un punto de encuentro entre pensadores y artistas, una residencia de residencias que coordina Karina Garantivá. Más información: www.teatrourgente.com.
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DIRECCIÓN: Ernesto Caballero DRAMATURGIA: Karina Garantivá INTÉRPRETES: Karina Garantivá, Nerea Moreno y Alberto Fonseca DÓNDE: Teatro Quique San Francisco (Calle Galileo, 39. 28015 – Madrid) CUÁNDO: Hasta el 17 de abril HORARIOS: De miércoles a sábados, 20.00h. Domingos, 19.30h MÁS INFORMACIÓN Y VENTA DE ENTRADAS: https://teatroquiquesanfrancisco.es/programacion/la-mujer-buena/
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