Como de costumbre, el castillo del Papa Luna será el epicentro de este festival, que este año llega a su 23 edición. Mediante un comunicado, la diputada de Cultura, Ruth Sanz, ha explicado que se seguirán y cumplirán todas las normas de seguridad, «tanto las oficiales que marcan las autoridades sanitarias como las que creamos oportunas».
La principal medida es que se reducirá la asistencia presencial a las actuaciones que se celebrarán en el patio de armas para, de esta forma, respetar las medidas de distanciamiento social.
Esto no impedirá que ninguna persona que lo desee pueda disfrutar de las actuaciones «de las compañías de más alto nivel del Estado, puesto que se habilitará un espacio web donde poder seguir todas las interpretaciones en línea desde cualquier parte del mundo para suplir la reducción del aforo».
La programación se está redefiniendo actualmente por la imposibilidad de algunas compañías teatrales a asistir en las nuevas fechas fijadas por la organización y se está evaluando también cómo adaptar las obras a las nuevas posibilidades. «La previsión es que la cartelera con todas las actuaciones se anuncie en cuestión de semanas», ha informado Sanz.
«Con la celebración del festival, una vez finalizado el proceso de desescalada, queremos darle un gran empujón a la cultura en una de sus formas más puras. Estamos seguro que, a pesar de todo, el festival ayudará a mover la economía local y provincial a pesar de las difíciles circunstancias que estamos atravesando».