Icono del sitio Masescena

«El Otro», de Unamuno y Conejero, llega a Madrid

Imagen del montaje que llega a Madrid el próximo 6 de Marzo

Imagen del montaje que llega a Madrid el próximo 6 de Marzo

El Desván Producciones y la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura presentan este montaje dirigido por Mauricio García Lozano
Celia Bermejo, Domingo Cruz, Carolina Lapausa, Silvia Marty y José Vicente Moirón componen el elenco
Proyecto Iberescena de coproducción España-México.

El Otro, que llega a Madrid, tras su gira por España, se estrenó en el Teatro Español en 1932, y según las palabras del autor: … de uno de esos temas eternos, más interesantes aún que el del amor: el de la personalidad. El montaje es un proyecto de colaboración España/México con el apoyo de Iberescena. Espectáculo coproducido por el Desván Producciones y la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura.

Alberto Conejero nos dice del montaje: “Como el resto de la producción de Unamuno, El Otro parece situarse en una difícil encrucijada entre la fascinación que sigue ejerciendo y su práctica desaparición de los escenarios. Por un lado, y de ahí la fascinación, el teatro de Unamuno quiso acercar la escena española a las vanguardias europeas. Se trata de un teatro audaz, sintético hasta la desnudez, abierto radicalmente a la experimentación, y que presenta un nuevo paradigma del personaje dramático.

No encontramos ya el intento ilusionista de construir el trasunto de una “persona real”, sino la asunción plena de la naturaleza poética / ficcional del personaje.  El dramaturgo presenta una voz que ocupa un lugar indeterminado entre el actor y la ficción.  Esta voz se define por una serie de rasgos voluntariamente imprecisos…”. Para Conejero, “Unamuno era plenamente consciente de que su teatro exigía a los espectadores un nuevo pacto de recepción, de colaboración (creo que a la gente le va a costar seguir mis ideas). Es un teatro que necesita de una escucha activa, cómplice, de una voluntad de misterio. De ahí el otro elemento de la encrucijada a la que me refería al inicio de estas líneas: el ostracismo del teatro de Unamuno de los escenarios. Ya en su época se le acusó de hacer un teatro demasiado literario. Es un juicio que, con distintos matices, se ha ido repitiendo a lo largo de las décadas. Unamuno reclamaba la teatralidad implícita en sus textos. En el caso que nos ocupa: El otro no es literatura dramática sino teatro. No es para ser leído sino para ser representado. El otro ha nacido para el teatro y para el teatro va.”

 

Sobre la obra

Cosme, en estado de semilocura, no permite que nadie le vea dormir por miedo a hablar en sueños. Ha roto todos los espejos de la casa y tampoco permite que se le llame por su nombre. Cuando Laura, su mujer se dirige a él como “Cosme” él replica, “no, sino el otro”. Ante las preguntas de Ernesto, neuropsiquiatra y hermano de Laura, Cosme le cuenta lo sucedido: Estaba, pues, como te digo, aquí conmigo, cuando me anunciaron al otro. Me vi entrar como si me hubiera desprendido de un espejo, y me vi sentado ahí, donde tú estás… Me vi entrar, y el otro… yo… se puso como estoy, como estás. Y se me quedó mirando a los ojos y mirándose en mis ojos. Y entonces sentí que se me derretía la conciencia, el alma; que empezaba a vivir, o mejor a desvivir, hacia atrás, como en una película que se haga correr al revés… Empecé a vivir hacia atrás, hacia el pasado, a reculones, arredrándome. Y desfiló mi vida y volví a tener veinte años, y diez, y cinco, y me hice niño, ¡niño! Y desnací… y morí. Me morí al llegar a cuando nací, a cuando nacimos. Morí, sí. Y al rato resucité; pero sentado ahí, donde tú estás, y aquí, donde estoy, estaba mi cadáver.

Salir de la versión móvil