La directora del Festival, Natalia Menéndez, destacó que Alemania es la invitada de honor de esta edición.
La compañía agradeció poder estar con Sueño de una noche de verano dentro del Festival. Con este espectáculo el conjunto pretende hacer un homenaje al amor, al teatro, y al amor al teatro. Los amantes de la obra se pierden en el bosque a una milla de la ciudad, igual que los actores que participan en el reparto se pierden en el mundo, en la fantasía del teatro. El bosque es el mundo de la fantasía y de la imaginación. Aunque todo está ya muy montado y muy construido dentro de la temática del amor pueden nacer cosas nuevas. La música desempeña un papel muy importante para la construcción del sueño de cada uno.
También desempeñan un papel muy importante la frescura y el humor. Es una parte muy importante del espectáculo. Cómo el humor puede ser muy fresco en los sueños. La palabra sueño, en alemán, tiene que ver con la palabra pesadilla. A veces esa frescura puede ir por el lado de la pesadilla o por el lado del sueño. Se juega con la palabra. Por ejemplo, cuando llegan los elfos se puede ver en la obra que están entre el sueño y la pesadilla. Representan el regocijo, pero también el miedo al mismo tiempo.
Un papel importante desempeña la figura del despertar en la obra. Cuando los personajes despiertan, despiertan también sus sentimientos, cómo se sienten al despertar, cuál es la frontera entre la fantasía y todavía el sueño.
En cuanto a la escenografía destacaron que está hecha en distintos planos, como son los distintos planos emocionales de la obra. Según avanza la obra van ocurriendo muchas más cosas en la parte trasera del escenario. Y cómo los espectadores van entrando cada vez más en los sentimientos de los personajes. No han querido hacer una reconstrucción fiel de un bosque. Es todo lo contrario. Juegan con la profuncidad en el plano.