Icono del sitio Masescena

El Teatro de la Abadía trae a sus escenarios «La Toffana», un thriller en el siglo XVII sobre la primera asesina en serie de la historia

Imagen promocional de una escena de la obra

Imagen promocional de una escena de la obra

Teatro de La Abadía presenta La Toffana, una obra escrita por Vanessa Montfort y dirigida por María Herrero
Es la primera obra que se escribe sobre este personaje que ha sido borrado por la Historia y que ha sido casi tan irrastreable como su veneno. Quizás porque Giulia Toffana fue “la madrina” de la primera mafia que conocemos en Sicilia y Roma
Un thriller o drama judicial trepidante en el que no se juzga a los personajes sino que se trae a la actualidad el juicio a Giulia Toffana y sus cómplices para que sea el público del teatro de hoy quien tenga la última palabra
La obra se adentra en la sociedad del siglo XVII y la opresión de la mujer en la misma. Mujeres que quisieron ser libres cuando el universo masculino no les dejaba. Su protagonista, Giulia Toffana, una mujer adelantada a su tiempo a quien la historia ha descrito como “empresaria de éxito” y “asesina en serie” tiene todos los ingredientes de un personaje shakesperiano

La obra está interpretada por Victoria Teijeiro, Amaranta Munana, Aitor de Kintana y la propia María Herrero, quienes presentan la historia de Giulia Toffana, una boticaria siciliana del siglo XVII que se hizo famosa por ser la inventora del veneno conocido como agua toffana. Giulia comenzó a vender esta pócima entre las mujeres romanas que querían enviudar para librarse de sus esposos maltratadores en una época en que era legal el Feminicidio y la mayoría de las mujeres morían en accidentes domésticos y en el parto». . Su hija, Girolama Spara, fue quien hizo florecer el negocio y, tras varios años suministrando dicha fórmula, todo se vino abajo cuando la Inquisición les tiende una trampa infiltrando entre sus colaboradoras a la mujer del entonces jefe de la guardia. Madre, hija y ayudante, sociópatas o justicieras, se enfrentarán al juicio de la Inquisición renunciando a un abogado ante el expectante pueblo de Roma. Con un pie en el abismo, dialogarán en su celda mientras intentan librarse de la hoguera sin sospechar que hay mucho que aún no saben las unas de las otras. Giulia confesó el asesinato de 600 hombres con la venta de sus venenos en Roma entre 1633 y 1651. Finalmente fue ahorcada junto con su hija Girolama y tres colaboradores en 1659. Así, tomando como punto de partida el juicio real de este personaje histórico, el espectáculo se adentra en la sociedad del siglo XVII y la opresión de la mujer en la misma, donde la única posibilidad de salir viva de un matrimonio violento era enviudar.

El espectáculo, dirigido por María Herrero, se estrenó este verano en el Festival de Almagro. En La Toffana María pinta un escenario tenebrista inspirado en Caravaggio quien también aparece como personaje. La dramaturgia de esta obra ha sido un reto para la dirección y para los 4 actores que deben interpretar a 10 personajes muy complejos a los que veremos evolucionar en 3 momentos del tiempo.

 

Giulia Toffana, el gran personaje teatral

¿Una superheroína justiciera o la creadora del embrión de la mafia siciliana en el siglo XVII?

¿Alquimista? ¿Justiciera? ¿Envenenadora profesional? ¿Bruja? ¿Psicópata? ¿O… todo ello? ¿Y si la primera mafia siciliana hubiera sido liderada por “una madrina” y formada por mujeres en pleno siglo XVII? ¿Quiénes eran ellas? ¿Unas rebeldes que no aceptaban el destino al que les obligaba su género? ¿O un crimen organizado femenino dispuesto a todo por hacer su voluntad, enriquecerse y conspirar por el poder en la corte romana?

Siempre he pensado que lo que caracteriza a un gran personaje teatral son sus contradicciones, que cuando lo iluminamos siempre queden partes en sombra. También que genere controversia y debate. “Para escribir a un monstruo hay que entenderlo” decía mi admirado Fernando Marías. Y eso no implica juzgarlo ni justificarlo. Independientemente del motivo o “los principios” que llevaran a Giulia Toffana a confesar haber sido, quizás, el primer caso de serial-killer mujer que conocemos; lo que la hace excepcional es que se atrevió a ejecutar esta empresa en una época especialmente reaccionaria para la mujer, que su posible psicopatía nació del maltrato que vivió su propia madre, y que su móvil, al menos al principio, fue ofrecer a otras mujeres la posibilidad de liberarse de matrimonios crueles y no deseados. Independientemente de sus razones, lo que resulta evidente es que su extremada inteligencia la llevó a perfeccionar un veneno heredado de su madre, tan irrastreable como la red de distribución que logró crear en la Roma de los Papas.

Giulia Toffana tiene, por lo tanto, todos los ingredientes de un protagonista shakespeariano, solo que es mujer: intrigas políticas, asesinatos, venganzas, secretos de familia, traiciones y luchas de poder. Tres generaciones de mujeres que aprenden a matar para proteger a su estirpe. He querido ver La Toffana como un drama judicial y un thriller psicológico, pero, desde la perspectiva de sus protagonistas, una tortuosa saga familiar. Un peligroso secreto de familia que pasa de mujer a mujer, engendrado en la desprotección y la violencia. Porque existe otro dato más que me convenció de que estaba ante un relato único y es cuál es el primer eslabón de esta cadena de asesinas: el hecho de que Theofania d’Adamo, ejecutada en Palermo en 1633 por haber asesinado a su esposo, le enseñara el oficio a su hija Giulia, quien hereda una fórmula que perfecciona desarrollando su propio y prodigioso veneno. Giulia Toffana, compartirá su secreto a su vez con su hija, Girolama La Spara, conocida como la “Astróloga de la Lungara”, quien la ayudará a expandirlo por la corte Romana y por Nápoles. El hecho es que madre e hija, al menos al principio, se consagraron a ayudar a mujeres que, como la abuela Theofania, necesitaran enviudar por encontrase atrapadas en matrimonios negociados y, por ende, desgraciados. Se erigieron en jueces, y sus cientos de clientas, en verdugos. No buscamos excusas o eximentes en esta pieza teatral, pero sí la causa, en una raíz que llega hasta el mundo contemporáneo: ¿Puede una psicópata nacer de un maltrato?”

Vanessa Monfort

 

Vanessa Montfort / Autora

Vanessa Montfort (Barcelona, 1975) es novelista y dramaturga y está considerada una de las voces destacadas de la reciente literatura española que ha traspasado nuestras fronteras. Licenciada en Ciencias de la Información, ha publicado El ingrediente secreto (XI Premio Ateneo Joven de Sevilla, 2006. Algaida Editores); Mitología de Nueva York (XI Premio Internacional de Novela Ateneo de Sevilla, 2010. Algaida Editores); La leyenda de la isla sinvoz (Premio Internacional Ciudad de Zaragoza a la mejor novela histórica publicada en 2014. Plaza y Janés, 2014); y Mujeres que compran flores (Plaza y Janés, 2016), que se ha convertido en un fenómeno literario internacional, ha triunfado en España, Italia y

Latinoamérica, y cuyos derechos han sido vendidos a Estados Unidos, Francia, Portugal, Alemania, Noruega, Corea y Bulgaria, entre otros países. Su última novela es La mujer sin nombre (Plaza y Janés, 2019).

Dentro de su variada obra teatral destacan Flashback, La cortesía de los ciegos y Tierra de tiza, escritas para el Royal Court Theatre de Londres; La Regenta, versión libre de la novela de Clarín (Teatros del Canal, 2012); El galgo (Fundación SGAE, 2013); Sirena negra, llevada al cine por Elio Quiroga (Festival de Sitges, 2015); El hogar del monstruo (CDN, 2016), o Firmado Lejárraga (Centro Dramático Nacional, 2019), en la que recupera la figura de María Lejárraga, la primera dramaturga española, cuyos textos fueron firmados por su marido, por el que fue nominada al Max a mejor autoría.

En 2016 funda BEMYBABY Films junto al director Miguel Ángel Lamata con quien produce el largometraje Nuestros Amantes. La humanización de las ciudades, el lirismo, la teatralidad de los diálogos y el dibujo de los personajes y sus conflictos -espejo de la actualidad con un pie en lo extraordinario- convierten sus obras en una montaña rusa emocional protagonizada por personajes inolvidables.

 

María Herrero / Directora

Licenciada en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD), continúa su formación en la Escuela de Creación de Mar Navarro y Andrés Hernández. Desarrolla parte de su investigación artística con estancias de creación en el Odin Teatret (Holstebro, Dinamarca) y diversas becas artísticas en Finlandia, Hungría y Alemania. Completa su formación con profesionales como Claudio Tolcachir, Isabel Úbeda, Vicente Fuentes, César Oliva Bernal, Declan Donnellan, Anne Bogart o Enrique Bustos. Paralelamente amplía su espectro formativo con estudios de música, piano, composición, canto, dirección coral y danza contemporánea.

Ha trabajado para el Centro Dramático Nacional en montajes como Presas dirigida por Ernesto Caballero o Cuerpos dejan cuerpos dirigida por David Puig, así como para el Teatro Español o para el Festival de Teatro Clásico de Mérida entre otros proyectos y compañías. Como compositora, asesora vocal o intérprete musical (piano y voz), destacan sus trabajos en George Dandin y El coloquio de las perras dirigidas por Hernán Gené, La tempestad dirigida por Cesar Barló (Premio Godoff 2017),Shejitá dirigida por Paco Montes para el festival Frinje (Naves del Español), Cuerpos dejan cuerpos dirigida por David Puig (CDN), El elefante ha ocupado la catedral dirigida por Juanfra Rodriguez, o Concierto para la acumulación dirigida por David Puig (CENIT), espectáculo que recibe el Premio Internacional de Nuevos Investigadores Teatrales (Atalaya –TNT).

En 2018 funda la compañía Proyecto Barroco con la que crea y dirige Un musical Barroco (Almagro Off, Teatro Circo de Murcia, Teatro Infanta Isabel entre otros) y La historia más surrealista jamás cantada (El legado) estrenada en el Corral de Comedias de Alcalá y que después de pasar por el Teatro Infanta Isabel continúa en gira.

 

Ficha artística

Texto Vanessa Montfort

Dirección María Herrero

Reparto Victoria Teijeiro, Amaranta Munana, Aitor de Kintana y María Herrero

Asistente de dirección Víctor Antona

Diseño de vestuario y escenografía Karmen Abarca

Diseño de iluminación Lola Barroso

Diseño de sonido Irma Catalina Álvarez

Composición musical María Herrero

Asesoría de movimiento Olmo Hidalgo

Peluquería y maquillaje Sagra Díaz

Prensa María Díaz

Diseño gráfico Javier Nadal

Dirección de producción Evaristo Sánchez

Distribución Producciones Teatrales Contemporáneas

Asesoría para documentación Juan Carlos González, Kina Jaraices, Simone Trecca, Paolo Broggio, Óscar Gómez, Paula Zapatero y Helena Isla

Una coproducción de Flexión Teatro, Proyecto Barroco, La Quintana Teatro, TIDI: Teatro Inversión Desarrollo e Investigación, Centro Dramático Gallego y Vanessa Montfort

 

Salir de la versión móvil