Vanessa Espín escribe y dirige este montaje que nos cuenta el esfuerzo y la lucha de una mujer por vivir y cuidar de sus dos hijos
Rebeca Hernando, Paula Iwasaki, Concha Delgado, Laura Galán y Elena González forman el elenco
Es un homenaje a mujeres que como Ana Orantes plantaron cara este tema con su valentía
Un animal en mi almohada nos cuenta la historia de Eva, una mujer víctima de violencia de género, que ya está casi recuperada y a punto de empezar una nueva vida. Gregorio acaba de salir de la cárcel después de intentar asesinar a Eva. Una jueza ha dicho que ya está rehabilitado, ya puede quedarse con sus dos hijos. Eso hace que los planes de Eva se vean truncados, quería empezar una nueva vida en otra ciudad. Ahora tiene que decidir si confía en el hombre que la ha estado maltratando o si vuelve con él para proteger a sus hijos o si se escapa con ellos huyendo de la justicia y convirtiéndose en una fugitiva. Esta historia nos cuenta el viaje que Eva tiene que hacer para poder salvar su vida y la de sus hijos. La terrible pugna que se establece entre la ley con su aplicación y la ley humana.
Vanessa Espín, autora y directora de Un animal en mi almohada, cuenta porque decide escribir este montaje: “Escribí esta obra para hacerme preguntas. ¿Por qué una mujer tiene que ser una fugitiva de la justicia para proteger la vida de sus hijos? ¿Por qué la justicia no puede protegerla ni a ella y ni a sus hijos? Hemos querido contar esta historia porque ninguna de nosotras lo entiende. Mientras no cambie la ley y la educación continuarán los asesinatos. Esta obra cuenta eso: el esfuerzo y la lucha de una mujer que como nosotras no entiende y que como nosotras lucha. Gracias a todas las personas que han ayudado para que se cuente esta historia. Gracias a nuestras abuelas y a nuestras madres. Gracias a nuestros hijos y a nuestras hijas. Gracias a las que estáis y seguís luchando en la soledad de una almohada. Esto va por las que ya no estáis, nosotras ayudaremos a que no se apague vuestra memoria. No olvidaremos vuestras voces. No olvidaremos vuestros nombres. Gracias a Ana Orantes, por la valentía y la honestidad, por ser de las primeras en jugarse la vida para que las leyes cambien, pero sobre todo por abrir el camino.”
Un animal en mi almohada comenzó a gestarse en un proyecto de investigación dramatúrgica. Bajo la tutela de Itziar Pascual, se hizo un ejercicio breve para escribir el argumento de una tragedia. Todo nace en ese momento: la necesidad expresiva, el lenguaje, la historia…
Con este montaje, la compañía quiere contar la historia sobre el maltrato con el fin de que no sean solo datos, números sin rostro, sin una historia personal… “Tan sólo con las cifras no somos capaces de entender la magnitud del problema. Solo el arte puede acercarnos a un conflicto social de este tamaño. Nos hemos acostumbrado a vivir con unas cifras de mujeres muertas, maltratadas que parecen que nunca atraviesan el cristal de la televisión, por este motivo, la compañía, quiere apostar por esta historia”, porque, según sus propias palabras, “no podemos seguir mirando para otro lado, tenemos una responsabilidad como sociedad y como creadores hacia esta lacra. Por eso hay que contarlo, para poner encima del escenario todas las preguntas que nos hacemos como sociedad. La obra que proponemos no tiene la finalidad de dar respuestas. La única respuesta es la paradoja. No pretende dar solución ninguna, solo enseñar un fragmento importante de nuestra historia. Ponerle cara, nombre y deseos a eso que llamamos víctima. No se pretende dar respuestas, pero sí evidenciar las estructuras en las que se sostiene la violencia de género, compartidas y sustentadas por las propias mujeres. Es evidente que el problema es el patriarcado, pero, ¿quién educa a los hombres? ¿Cómo las mujeres contribuyen también a construir masculinidades equivocadas que caminan hacia la violencia como forma de reafirmación? Son preguntas que toda sociedad tiene que hacerse si quiere ir a la raíz del problema, y que a través de esta obra se trabajará para ofrecer una mayor riqueza de puntos de vista sobre un tema tan complejo de tratar como la violencia de género.”
La Promesa
La compañía La Promesa nace de este proceso de trabajo, con las ganas y la necesidad urgente de contar esta historia. El texto y los personajes han crecido con sus emociones, con su mirada y con la sensibilidad con la que han afrontado este difícil reto. Han llenado la historia de la humanidad.
Vanessa Espín ha escrito y dirigido Un animal en mi almohada programada en el Teatro del Barrio. Primer premio en XXIII Certamen Nacional de Teatro para Directoras de Escena Ciudad de Torrejón que organiza la ADE. Finalista en los premios MET de teatro. Esta obra tiene la ayuda de la CAM para la creación de textos teatrales 2019 para la escritura. Ha dirigido Casa Matriz de Diana Raznovich programada en el Teatro Español. Ha escrito las obras de teatro: La mujer de tejero, Nada es normal, La memoria azul, Una bolsa de hielo en un corazón vacío y Los Suspendidos con la beca de Nuevas Dramaturgias 2021, concedida por el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, el Teatro Principal Antzokia de Vitoria-Gasteiz y el Teatro Arriaga de Bilbao. 400 días sin luz programada en el Centro Dramático Nacional.