La compañía Ron Lalá propone un laberinto de intrigas y carcajadas servido por cinco actores-músicos
La compañía de teatro, humor y música Ron Lalá con Crimen y Telón llevan su lenguaje escénico a un nuevo desafío. Por un lado, una parodia de la precaria situación actual de las artes y la cultura en nuestro país (y en el mundo). Por otro, un homenaje al teatro (y otras artes escénicas) en sus diversas épocas, naciones y estilos, a través de las diversas escenas que, a modo de puzzle, van configurando el gran enigma. Todo ello envuelto en el aroma del género negro más crepuscular y poético, con referencias a la literatura de Poe, Conan Doyle, Chesterton, Hammett, Chandler, Christie, Highsmith… y el gran cine del género.
Un laberinto de intrigas y carcajadas servido por cinco actores-músicos. Un thriller con música en directo, a contrarreloj y a tiempo real que convierte a los espectadores en testigos y sospechosos del mayor magnicidio de la historia de las tablas: ¿quién mató al teatro?
El Teatro ha muerto y el detective Noir tiene que descubrir al asesino antes que la Agencia Anti Arte desvele el secreto de su oscuro pasado. Para ello recorrerá la historia del Teatro en busca de verdades ocultas mientras una red de misteriosos personajes conspiran en la sombra…
Un homenaje al teatro universal con forma de thriller de género negro, ambientado en un cercano futuro en que las artes están prohibidas y nuestro planeta, convertido en Ciudad Tierra, es liderado por una inteligencia artificial con un ejército de drones. Una investigación contrarreloj en que el asesino podría ser cualquiera.
Textos originales que entremezclan la oscura poética de Hammet y Chandler con las referencias a todos los grandes estilos teatrales. Banda sonora original con diversidad de instrumentos que recrean las atmósferas de cada escena, desde el jazz hasta la música barroca; música sin complejos. El estilo ronlalero funde la disciplina musical y dramatúrgica en un discurso unitario que, en esta ocasión, se plantea un “más difícil todavía”, recorriendo sonora y literariamente la historia del teatro occidental.
Un espectáculo al más puro estilo ronlalero: acción, carcajadas, música, y poesía, poniendo en marcha la imaginación del espectador en cada escena. Un tour de force de disciplinas interconectadas para contar una historia compleja (pero no complicada), sencilla (pero no simple) y eterna (aunque mortal): la del teatro. Además, un desafío: representar cada uno de los cuadros de los flashbacks con un estilo de interpretación distinto, reconocible y degustable, para que los espectadores «vivan» en directo los diversos cambios que experimenta el teatro a lo largo de su historia.