Jordi Casanovas, el autor del texto, afirmó que «La Villarroel es una sala muy fácil para pensar teatro». El texto «es una historia alrededor de ilusiones rotas. Los cuatro personajes pasan de un lugar a otro» pero ha querido remarcar la incidencia a la familia de la crisis existencial de la Rosa (Míriam Iscla). «Ha sido una escritura muy complicada para mí. Hay un trabajo de muchas capas: Primero por tratar unos hechos que todos compartimos, el segundo nivel son las diferentes situaciones de los personajes (en el ámbito laboral, personal …) y finalmente, hay una capa más simbólica y compleja. Es decir, definir la identidad catalana de este país y descubrir la propia mirada».
El director del montaje, Ferran Utzet, definió la obra como «una propuesta contundente y arriesgada en un contexto emocionalmente muy intenso. No contamos tanto los hechos en sí como la historia de una familia. Es un equipo maravilloso y hemos discutido políticamente entre nosotros. Teníamos que construir un imaginario concreto en una propuesta que no se inclina sino que es una conversación de esta vivencia. «Es una historia que no es necesario contextualizar, ya que es una época vivida recientemente que todo el mundo tiene un recuerdo, es una experiencia colectiva. «El espectáculo quiere exponer un debate, no hacer una única tesis. Se crea un universo de la mirada y la complicidad de esta familia. Hacer revivir esta experiencia y ver lo que pensábamos nosotros». El director, que debuta en La Villarroel, ya había trabajado con Jordi Casanovas en otras ocasiones y ha comentado que es un placer. También ha explicado el papel clave de la escenografía, un escenario giratorio, para trasladar al público el dinamismo de las emociones de los personajes.
Una gran familia catalana
Míriam Iscla, (Rosa en la obra), confesó que es especial interpretar en La Villarroel, porque hacía mucho que no venía. «Veníamos de hacer gira a la italiana, pero esta es una obra pensada para esta sala, a cuatro bandas. Teníamos todos esta sensación en los ensayos. Iscles ha querido poner en valor el carácter provocativo de la función: «lo que buscamos es que el espectador tenga ganas de bajar a hablar en la mesa con nosotros. Que todo el mundo quiera comentar, como un ágora». Respecto a su personaje, la madre de la familia, explica cómo tiene una historia personal de superación que afectará su vida familiar». Se ve a lo largo del espectáculo las evoluciones dentro de los personajes . Es muy divertido teatralmente y muy excitante».
Abel Folk, (Jaume Font), se ha mostrado ilusionado de tener en cartel a la vez dos espectáculos con una temática tan actual: dirige #PuertasAbiertas en el Teatro Romea y ahora será actor de esta obra en La Villarroel («una sala confortable y cercana»). Según Folk, se trata de dos espectáculos contextuales: terrorismo islamista y hechos de octubre. «Dos situaciones recientes con mucho dolor acumulado» y ha añadido como «una obra necesita la experiencia del espectador para ser completa. Esto produce un fenómeno curioso: la obra es diferente según la experiencia previa de los espectadores. Depende del día parece una comedia o un drama. Siempre dependemos del componente que añade el espectador». Respecto a su personaje, el patriarca de la familia Font, dice que «nunca he hecho nada más alejado de lo que yo soy, políticamente y como persona. Es interesante el juego teatral del actor para meternos en un mundo diferente» . Sin embargo, está «muy agradecido con Jordi Casanovas porque él pensó en mí cuando escribía».
Marta Ossó, (Laura, la hija), describe a su personaje como «el estabilizador de la familia, pero a la vez, políticamente se separa de ellos porque está más cercana a la ideología de los «Comunes». «Su papel representa otros problemas sociales». Ella tiene un conflicto en marchar de casa y su pareja choca con los Fuente.
Francisco Cuéllar, (Jofre, el hijo), comentó que en la gira parecía que explicaran una historia, pero el escenario a cuatro bandas de La Villarroel permite explicar la vida de la familia. «Mi personaje, Jofre, es de una generación mucho más politizada que hace unos años. No tiene aspiraciones, pero con el proceso coge fuerza hasta las últimas consecuencias y tiene algo muy concreto para luchar».
Sobre el espectáculo
Una familia ve trastocada su cotidianidad con los hechos políticos que ocurren en Cataluña durante los meses de septiembre y octubre del año 2017. Rosa, Jaume y sus hijos, Laura y Jofre, se reencontrarán en el comedor de casa en cinco ocasiones. Cinco «días después». Cinco días posteriores a momentos que marcaron aquellos meses. En estas cinco jornadas, compartirán las dudas, las preguntas, los anhelos y los sufrimientos que les ha provocado todo lo que se sucede en las calles. Alrededor de la mesa, todos ellos aprenderán a comprender los pensamientos y las posturas de los otros, harán todo el esfuerzo posible para conversar y para entenderse, y deberán encontrar la manera de perdonar las faltas y de curar las heridas que les hayan producido todos estos días dentro de este largo viaje emocional y político.