La compañía Las hijas de Eva, creada por Inma Nieto y Elisabet Gelabert, actrices formadas en el Teatro de La Abadía, presentaron el estreno nacional de Lady Anne, a partir del personaje de la obra de Shakespeare: Ricardo III
nma Nieto, autora del texto y directora de la propuesta, sitúa a "Lady Anne y a la actriz en el centro" para contar una historia con una mirada femenina e invita a reflexionar sobre el rol de la mujer en las relaciones humanas, sociales y profesionales
Juan Mayorga tomaba la palabra para afirmar que «Lady Anne es una visita desde una mirada contemporánea al enorme teatro de Shakespeare. Aquí se revisita la obra de Ricardo III donde se atiende al personaje de Lady Anne que no puede ser un personaje secundario, a pesar de que Shakespeare le diera pocas palabras. Ella bien podría haber protagonizado una tragedia titulada Lady Anne«. El director artístico de La Abadía también ha hecho alusión a los comienzos como actrices de Inma y Elisabet: «Ellas son compañía, Las hijas de Eva, y forman parte fundamental de esta casa. Son grandes creadoras que se han formado aquí, son historia de La Abadía. Ellas sostienen su legado, su carácter y su personalidad. Además, han sido creadoras muy responsables que han dado su tiempo y experiencia a otros y otras jóvenes en nuestros espacios de formación», añadía.
Tanto Inma como Elisabet se han sentido emocionadas al recordar sus primeros pasos con la producción Entremeses en 1996 y su reposición en 2014, así como con otros espectáculos, como El rey Lear,El rey se muere y Terrorismo. «Creo que hablo en nombre de las dos al decir que estamos muy emocionadas de estar aquí porque en La Abadía hemos vivido nuestra juventud y grandes momentos. Yo, particularmente, he aprendido muchísimo en esta casa, muchas cosas, pilares fundamentales de mi profesión», comentaba Inma. «Ha sido muy emocionante, Juan, este repaso que has hecho de nuestro currículum que, a nivel teatral, se ha desarrollado principalmente aquí», agregaba Elisabet.
Sobre la obra Lady Anne
La propuesta escénica parte de un ensayo. La trama cruzará dos planos ficcionales, la de la propia historia de Shakespeare y la de una actriz, con la persona que la dirige. El público acudirá a una función que es el ensayo de una escena y también será testigo de lo que les pasa mientras preparan la función. Presenciarán de qué manera lo que ha aprehendido el personaje de la actriz, por su experiencia vital y su carrera, marcará sin duda su forma de enfrentarse al proceso creativo.
Inma Nieto recurre a uno de los padres de la dramaturgia para este estreno nacional. Para ella, «Shakespeare combina de una manera mágica una belleza formal con una profundidad psicológica en sus personajes. Nosotras nos hemos basado en la obra de Ricardo III de Shakespeare para situar a Lady Anne en el centro y hacer una reflexión sobre el poder, la mujer, la figura de la mujer en el teatro«, comentaba su directora. «También es un homenaje a la profesión, esta profesión que llevamos representando tanto tiempo y que en la época de Shakespeare las mujeres no tenían permitido, por ley, subirse a un escenario. Con este conjunto de piezas hemos armado Lady Anne«, ha explicado.
Inma Nieto también ha advertido la importancia de destacar los cambios que se están produciendo en nuestra sociedad y en la forma de contar las historias: «Pertenezco a una generación de referentes masculinos donde hasta hace muy poco el lenguaje también era masculino. Las cosas están cambiando mucho por suerte, estamos siendo muy bien impulsadas y por eso estamos en La Abadía. Para mí, sí es importante que una mujer represente a un hombre, puesto que en otro momento los hombres representaron a las mujeres».
Una emocionada Elisabet Gelabert ha tomado la palabra para agradecer a su «amiga y colega» su trabajo como directora: «Para mí este proyecto es muy importante porque aborda la fragilidad de la actriz e Inma ha sabido reflejarlo desde el punto de vista de ella como alguien que ha ejercido la profesión. Sale desde el corazón de lo que pasamos», empezaba Elisabet. «Nuestra profesión es maravillosa y glamurosa en muchas cosas, pero emocionalmente es terrible, es devastadora. Tienes que ir a exponer todo y te llevas golpes por todas partes, empezando por el director al que ves como a un padre o a un amante al que quieres complacer», añadía. «Por eso su visión femenina, bien entendida, ha sido muy positiva y profesional. Ella no transforma el trabajo en abuso de poder ni en violencia. Ella lo transforma en confianza, en intercambio, en seguridad. Creo que las cosas en el mundo se pueden hacer de otra manera».