Jordi Boixaderas y Margarida Minguillón vuelven a los escenarios después de años
Josep Maria Pou -director artístico del Teatre Romea- se ha mostrado entusiasmado con esta nueva propuesta de la temporada. «Es un espectáculo importante, que seguro tendrá el favor del público» y ha añadido «es un equipo ideal, sin ninguna fisura». Respecto a la compañía, ha mencionado la casualidad de tener tantas letras B (Belbel, Boixaderas, Bosch y Banacolocha) que hace que sea un espectáculo bonito y hermoso. «¡Y Minguillón no tiene la letra B en el apellido pero es B de buenísima!» ha bromeado. Una obra bien hecha y bien pensada.
Sergi Belbel, director de la obra, ya trabajó con un texto de Beckett hace tiempo y Jordi Bosch, al ver la propuesta, le pidió que empezaran un nuevo proyecto juntos con Final de partida, que ya representó con Jordi Boixaderas hace tiempo-. «La pandemia que se añade de manera insólita en este proceso creativo. Yo hago la traducción al principio de la pandemia y reflexiono cuando traduzco: ¿Qué hay detrás de la ventana? No hay nada. La ventana de mi estudio da a Pau Claris , con un tráfico impresionante habitualmente, pero en ese momento no se escuchaba ni una moto» confiesa el director, que le impactó la vigencia del texto. «He redescubierto Beckett con un sentido renovado. La civilización se detiene y hay unos personajes confinados en una habitación con dos ventanas». Como otras obras del autor, «el humor es una válvula de escape. El público puede soltar, en pequeñas catarsis, a través de la risa la tensión de la humanidad con el absurdo de las guerras que nos pueden abocar al desastre».
Jordi Bosch, Hamm en la obra, revive el montaje de 2005 en el Teatre Grec con dirección de Rosa Novell – al que se dedica el espectáculo- como un gran proyecto con Jordi Boixaderas que no tuvo un largo recorrido en escena y sólo van poder realizar unas cinco funciones. «Para hacer Beckett, tienes que amarte y tienes que enamorarte de sus palabras. Beckett te hace tener los pies en el suelo de una manera muy teatral» y añade «hemos respetado esta obra hasta el final» .
Jordi Boixaderas, Clov en el espectáculo, está encantado en volver a hacer «un clásico que duermes con él, en cada ensayo descubres algo y en cada réplica conoces cosas nuevas sobre el presente y el pasado». Después de realizar el montaje hace 17 años, el actor se percató de que ve las cosas que se tratan en la historia con otra perspectiva. «Es una sit-com en el fondo: Un gag detrás de otro, de humor negro, en un sitio cerrado. Conecta con Monty Phyton y otros códigos que la gente conoce».
Margarita Minguillón, quien hace de Nell, hacía años que no subía al escenario de un teatro: La última vez fue con Sergi y dije que sería con la única persona que volvería a hacer teatro. Un texto de Beckett es absolutamente estimulante y más con esa compañía. El proceso creativo es el más excitante. Descubro un montón de cosas. La cebolla te hace llorar en el alma. Para mí es como el final de carrera ideal con ese texto y este teatro. Estoy a absolutamente encantada con este proyecto».
Jordi Banacolocha, Nagg en la historia, se ha mostrado encantado de estar en este proyecto «a mi edad estoy de la vuelta de todo, pero encontrarte un montaje en el que estás dos meses ensayando, aprendiendo de dos monstruos de la interpretación [Boixaderas y Bosch], es diferente. Vi cómo ellos van creando y hacen crecer a los personajes».
Final de partida se representará en el Teatre Romea a partir del 9 de marzo de 2022.
Sinopsis
Confinados dentro de una habitación con dos ventanas que los conectan a un exterior sin vida, Hamm, un inválido ciego, y Clov, su sirviente, un hombre cojo e hiperactivo, pasan el tiempo y discuten. Nagg y Nell, viejos progenitores de Hamm, que viven dentro de dos cubos de basura, les acompañan. A pesar de las adversidades, todo ello es “un puro juego en el que no se habla de enigmas y soluciones”, porque “para las cosas importantes, ya están las universidades, las iglesias y los cafés.” Y Final de partida es teatro.