Escrita por Inma Chacón, dirigida por Chani Martín, con Pepa Zaragoza en el reparto y música de Nacho Vera
Según Pepa Zaragoza, «este proyecto nació de la necesidad de descubrir y hablar de las comediantas del Siglo de Oro, mujeres emprendedoras, que tuvieron que luchar por su vocación y su forma de vida, a contracorriente de la consideración de la mujer de su época.
Investigando sobre ellas, descubrí para mi sorpresa, que los actores y actrices de aquel periodo habían alcanzado un nivel de profesionalización en cierta medida comparable al de nuestros días; estaban perfectamente organizados en compañías de diferentes rangos según número y categoría, tenían su propio sindicato: La Cofradía de la Virgen de la Novena, calendario de festividades, sueldos y condiciones laborales, etc. Muchas de aquellas mujeres del mundo teatral no solo eran actrices sino también empresarias, directoras de sus compañías y excelentes profesionales, que sin embargo dependían legalmente de sus padres o esposos para ejercer su profesión.
Este trabajo también nace de la necesidad de hablar de mí, de nosotras, las comediantas de ahora, formular quizá las mismas o parecidas preguntas y exponer la problemática de la mujer en una sociedad que con demasiada frecuencia ignora, soslaya, cuando no directamente, invisibiliza a la mujer.
Hemos traído a La Baltasara al presente con la intención de remover conciencias a través de ellas, las cómicas del XVII, las que se subían a las tablas de corrales y plazas a sabiendas de que eso las condenaba al ostracismo social, las privaba de entierro en Sagrado o las retiraba a los conventos como única alternativa de jubilación. Pero a su vez las empeñaba en la búsqueda de la libertad, de la posesión de su propio destino, de experimentar en las vidas de sus personajes lo que a sus propias vidas no les estaba permitido. Al menos mientras estaban sobre el escenario, su verdadera patria».
Sinopsis
La acción se sitúa en el primer tercio del siglo XVII, en una cueva a las afueras de Cartagena, donde una actriz de renombre, que en mitad de una representación abandonó los escenarios para convertirse en ermitaña, rememora su vida y reflexiona sobre las razones que la apartaron de la fama y de la admiración de su público.
A lo largo de la representación, la actriz repasa la función que estaba interpretando en un teatro de Valencia, el Corral de la Olivera, cuando decidió cambiar la gloria y el reconocimiento de las tablas por la soledad y el silencio de su retiro.