El espectáculo versiona la obra de Aristófanes para reflexionar en tono de sátira extrema sobre el avance de los populismos y la democracia
La obra con dramaturgia de Joan Yago y dirigida por Israel Solà estará en cartel del 26 de abril al 14 de mayo
Las aves de Aristófanes se estrenó el 414 a.C. El dramaturgo griego denunciaba cómo los políticos instrumentalizan los problemas del pueblo para alcanzar sus objetivos individuales. 2500 años después, La Calòrica revisita esta obra para estudiar los mecanismos emocionales que hacen funcionar al populismo neo-liberal y cuestionarse los motivos de su auge en la esfera internacional.
El Teatro Pavón acoge ahora esta obra que en tono de comedia, de humor negro y absurdo sitúa al público frente a cuestiones claves: ¿Qué hemos hecho nosotros para detener al populismo? ¿Hasta qué punto somos impermeables a sus contundentes eslóganes? ¿Qué queda realmente democrático en las democracias occidentales?
Calificada por la crítica como “sátira inteligente y desternillante” (El País), la obra tiene todos los ingredientes para volver a conquistar al público madrileño. “Vibramos cuando descubrimos los paralelismos de la fábula con el contexto contemporáneo. Y nos rendimos sin pudor a la risa floja cuando las situaciones se desmadran”, recogía la crítica de El País.
Con dramaturgia de Joan Yago y dirección de Israel Solà, la obra está defendida sobre el escenario por Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López y Marc Rius. La Calòrica extrae el máximo potencial cómico de sus integrantes para crear una comedia mayúscula, excesiva, a veces incluso insoportable. Una comedia que hace hablar a las aves y convierte a los líderes políticos en dj’s mesiánicos.
La obra fue galardonada tras su estreno en los Premios Teatro Barcelona 2019 como Mejor Espectáculo de pequeño formato y Mejor Actor de reparto (Aitor Galisteo-Rocher). Además, recibió también dos Premios de la Crítica teatral al vestuario y mejor actor de reparto (Xavi Francés).
Sinopsis
La comedia de Aristófanes cuenta la historia de dos atenienses adinerados que, hartos de la injerencia pública en sus asuntos particulares, abandonan el mundo de los humanos y convencen a las aves para crear una nueva civilización. En la versión de La Calòrica, el joven empresario Pistetero y su compañera Evélpides no pueden volver a casa. Tampoco se les ocurre otro lugar donde poder ir a vivir la vida cómoda, relajada y libre de impuestos que ellos anhelan. El encuentro accidental con una inocente abubilla en mitad del bosque les hará plantearse un cambio de estrategia: ¿y si renunciaran a su condición humana y se convirtieran en aves? O todavía mejor: ¿y si convenciesen a las aves del mundo para crear una nueva sociedad basada en los principios fundamentales del Individuo, la Propiedad y la Competencia?
La empresa no será sencilla. Tendrán que convencer a las masas con un relato sólido y apasionado, tendrán que negociar con viejos poderes que habitan en el mundo desde los albores ―y que quizás no estén dispuestos a aceptar ningún cambio―, tendrán que combatir con mano de hierro la disidencia y, hasta tener una conversación cara a cara con la Democracia y el Capitalismo.
La compañía
La Calòrica es una de las compañías catalanas más reconocidas y premiadas de la última década. La fundaron en 2010 un grupo de amigos recién salidos del Institut del Teatre con la idea de hacer un teatro ambicioso, comprometido, que aborde con humor las problemáticas más serias y donde todos los lenguajes que intervienen en el hecho teatral estén tratados con la misma profundidad.
Desde entonces, La Calòrica ha estrenado espectáculos como: Feísima Enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I (2010/2020), L’Editto Bulgaro (2012), La Nau dels Bojos (2013), Bluf (2014), Sobre el fenomen de les feines de merda (2015), el Profeta (2016), Fairfly (2017), Els Ocells/Las Aves (2018) o De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda (2021) además de varias piezas cortas y colaboraciones especiales.
Las aves cuenta con la colaboración de Festival Temporada Alta y el apoyo de Sala Beckett y Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya.