La obra
Dayana es una mujer migrante que vive en España desde hace algunos años. Compagina sus estudios de máster en la universidad con un trabajo como camarera por las noches. Dayana no consigue escapar de los tópicos con los que se relaciona a una persona migrante, tampoco de los que se la relacionan con su género. Es por esto que decidió estudiar y sacarse un máster al sentir la necesidad de encontrar alguna explicación para que una sociedad de la Europa del siglo XXI arrastrara tantos prejuicios respecto a ambas condiciones. Es en esa búsqueda en donde se encuentra con un libro escrito por una mujer, Cristina de Pizán, poeta y filósofa que vivió en Francia en el siglo XV.
En La ciudad de las Damas, que trata el tema de la imagen que se tenía de las mujeres entonces, de los prejuicios a los que se enfrentaban, descubrimos con espanto que no dista mucho de la situación actual. Seiscientos años después las mujeres continúan librando una lucha por la igualdad de derechos prácticamente igual a la que se libraba entonces. Un día en la vida de Dayana nos permitirá ver en cuántas situaciones cotidianas ella tiene que tener en cuenta que es mujer y migrante ya que los códigos sociales y culturales ponen en evidencia de manera constante ambas condiciones obligándola a adoptar actitudes y comportamientos que sean adecuados para la sociedad en la que vive.
En un diálogo paralelo a su rutina diaria cuestionará con Cristina cuánto hemos avanzado al respecto constatando que aún las mujeres no hemos conseguido hacernos con todos nuestros derechos y cuánto nos queda aún por luchar. Dayana nos recuerda que esta lucha tiene más años de los que creemos y que las mujeres nos hacemos las mismas preguntas sin obtener respuestas desde hace más de seis siglos. ¿Durante cuánto tiempo más tendremos que seguir alzando la voz para que al fin se nos escuche?.
El proceso
Hace un par de años tomé la decisión de pasar al menos un año leyendo solo libros de mujeres. De este modo, buscando referencias de autoras, llegó a mis manos este maravilloso texto de Cristina de Pizan; La Ciudad de las Damas. Mi perplejidad fue inmensa al descubrir que el texto fue publicado en 1405. No entendía, no daba crédito a la fecha de edición, sobre todo, por los temas que en él se trataban: la misoginia imperante en la época, las continuas calumnias a las que estaban expuestas las mujeres, su desvalorización continua, la violencia a la que eran sometidas, la necesidad de educación para las mujeres, etc. A medida que avanzaba en la lectura del texto me enfadé porque me fui percatando, de manera paula-tina, de un aspecto que la autora señala en su obra : los logros conseguidos y los aportes que han realizado las mujeres a lo largo de la Historia han sido invisibilizados de manera sistemática. Este hecho ha imposibilitado la reconstrucción de la genealogía de las mujeres dentro de la Historia, del arte, de la política, etc. Las mujeres sobre las que nos habla Cristina de Pizan en su texto, sus obras y los hechos históricos que protagonizaron, en la actualidad son prácticamente desconocidos. Así pude corroborarlo cuando hablé con otras personas sobre el contenido del texto.
Afortunadamente, en la actualidad, la historiografía feminista está realizando una labor inconmensurable por la reconstrucción de ese árbol genealógico que ha sido cercenado.
De este modo comencé este viaje cuyo primer paso ha sido encontrar un equipo de mujeres para poner esta obra y su inestimable contenido en valor y así crear un espectáculo teatral cuyo motor sea el texto de Cristina y confrontarlo con la época actual. Con el objetivo de participar de manera activa en la reconstrucción de dicha genealogía que ha sido invisibilizada a lo largo de los siglos. Hoy en la investigación queremos hacer hincapié en un aspecto que nos parece fundamental y que entendemos como un catalizador que sin duda fortalece la lucha feminista: la lucha de las mujeres no es un hecho reciente. Nos parece necesario echar la vista bien atrás, como Cristina, no solo para comprobar la misoginia (hoy machismo, patriarcado…) imperante desde épocas remotas sino sobre todo para evidenciar que la lucha de las mujeres siempre ha existido y que sus cuestionamientos han estado siempre ahí.
Hemos investigado en los recursos expresivos disponibles de la actriz, resumidos en el teatro antropológico, para que desde su cuerpo y su voz dé vida a las dos mujeres fundamentales de la historia: Cristina y Dayana (mujer emigrante de hoy). No proponemos grandes cambios externos en la diferenciación de personajes sino un trabajo más interno desde el cuerpo y la voz de la actriz. ¿Qué significa ser mujer, dónde empieza la distinción de un cuerpo femenino?. Un mismo cuerpo viaja en el tiempo. A su vez en el espacio escénico contaremos con la pieza interactiva de la artista visual Alina Isabel Pérez que la actriz irá construyendo a lo largo de la obra mientras va utilizando dicha pieza para diferenciar los diferentes espacios en los que se desarrolla la acción; la habitación de Dayana, el bar donde trabaja, la pantalla donde Cristina proyecta los nombres de algunas mujeres ilustres y sus obras…
Dayana Contreras
Dayana Contreras Estudió la carrera de Arte Dramático en el Instituto Superior de Arte, en La Habana, Cuba. En Cuba formó parte de la Compañía Teatro Buendía bajo la dirección de Flora Lauten, varias veces premio nacional de la crítica. Y trabajó en la programación dramática de las emisoras Radio Progreso, Radio Arte y Radio Cadena Habana.
En el año 2003 sale de gira participado en varios festivales europeos, VII Festiwal Szekspirowski, Theatrum Gedanense, International Theater festival OWL, Theater Labor(Bielefeld,Alemania) En España continúa su formación con directores teatrales de la talla de Salva Bolta, Declan Donellan, Gabriel Chamé, Alfredo Sanzol o Enrique Pardo. Desde 2009 al 2013 forma parte de la compañía Mephisto Teatro bajo la dirección de Liuba Cid en obras como Fuenteovejuna, Donde hay Agravios no hay Celos, El juego de Electra que han participado en festivales tanto a nivel nacional como internacional, entre los que destacan, Almagro, Olmedo, Cáceres, Ribadavia, Cádiz, Expresión Ibérica en Oporto, Festival de teatro de La Habana, Absurd Celebration en Miami. Colabora con la compañía Teatro El Puente dirección de
Jorge Ferrera en varias obras teatrales y con otros directores como Vladimir Cruz para el Alma Buena de Se-Chuan para Matadero Madrid, con Santiago Sánchez para Aquiles y Pentesilea, producción
del Centro Dramático Nacional. En audiovisual destacan su participación en varias películas estrenadas en el Festival de cine de San Sebastián, a destacar Oreina (Ciervo) Premio Irizar
de cine vasco 2018.
La primera escritora, Cristina de Pizan (1364-1430)
En el siglo XIV Cristina de Pizan se convirtió en la primera escritora profesional de la historia gracias a su tenacidad
y fuerza de voluntad. Pasó a la historia como una gran defensora de los derechos de las mujeres en la sociedad. Con veinticinco años se convertía en una joven viuda con dos hijos y una madre a su cargo y con graves problemas económicos. La primera respuesta a aquella triste situación era un nuevo matrimonio; la segunda, el claustro. Cristina no aceptó ni una ni otra sino que tomó una tercera y valiente alternativa: seguir escribiendo. Su perseverancia dio pronto sus frutos. Miembros de la corte solicitaron de Cristina una elegía de Carlos V. Nacía así Le livre des faits et bons moeurs du sage roi Charles V, la primera obra escrita por encargo y que dio a Cristina una importante recompensa económica.
Sobre las mujeres y contra la misoginia:
La Ciudad de la damas, su obra más representativa, es un alegato a favor de la mujer para la que reclama un lugar en el mundo, así como una clara crítica a la misoginia imperante en aquel mundo medieval.
Precursora de la mujer actual:
Más de cinco siglos han pasado desde que Cristina de Pizan reclamara para su género respeto y dignidad. Después de todo este tiempo, sigue sorprendiendo cómo en plena Edad Media una mujer no sólo vivió de sus ideas sino que las perpetuó a lo largo de los siglos.
La ciudad de las damas |
Interpretación: Dayana Contreras |