Una terapia integral es una comedia que pone en entredicho nuestra necesidad de creer en algo. El retrato de una sociedad que presume de haber matado a la religión pero que tiene todavía la necesidad obsesiva de tener fe en algo. Fe en algo que nos ayude a encontrar sentido a nuestras catódicas vidas, aunque se aferren a lo que parece del todo absurdo.
Tania Brenlle, directora artística del teatro, ha querido empezar dando las gracias a la compañía y presentando a los directores y dramaturgos, quienes ya habían logrado éxito con Laponia. Según Brenlle esta obra «pone el foco en las terapias de autoayuda, al creer en uno mismo, en la fe. Es una comedia inteligente y con mucha mala baba», añade entre risas. «Te invita a reír de uno mismo». También ha explicado que la obra ya se ha estrenado en gira y ha tenido un «éxito abrumador» con unas treinta representaciones. «Esperamos apasionar y conquistar al público de Barcelona, les animo a que vengan, aparte de que reirán porque podrán tener una sobremesa muy interesante y una buena posfunción», concluye.
Marc Angelet, director y autor de la obra, ha declarado que «con Cris queríamos hablar sobre este concepto de autoayuda, las espiritualidades que están saliendo a nuestro alrededor, nos apetecía recuperar las ideas iniciales de Laponia. Las creencias , la fe…», explica. «Descubrimos que hacían terapias con pan en Rusia, creo, ya partir de ahí empezamos a adentrarnos y crear los personajes y generar la terapia que lleva el personaje de Abel Folk», comenta entusiasmado. En cuanto al reparto, quiso remarcar que «es un lujo trabajar con actores como los que están aquí reunidos, estamos muy contentos del proceso y del resultado».
Cristina Clemente, directora y autora de la obra, se ha sumado a las declaraciones de su compañero de dirección y dramaturgia, y ha añadido que «nos apetecía salir de la comedia que pasa en el interior de una casa y nos atraía la idea de que fuera en un obrador ahora, todo nos cuadraba mucho a la hora que descubríamos que el mundo del pan tenía mucho rollo. De repente con la pandemia hacer pan estaba de moda y resulta que era terapéutico». Según sus declaraciones, incluso aprendieron a hacer pan en un curso y pasaron por una «inmersión en el mundo del pan».
Àngels Gonyalons, que interpreta a Neus Oliva, explica que hasta ahora las representaciones habían estado en teatros con una sola banda pero que “nos ha ayudado mucho iniciarlo con gira para hacerlo nuestro. La respuesta del público es muy buena. que llegan a hacer para dejarse llevar por una terapia; les hace reflexionar, no es superficial, no es una comedia frívola». Su compañero de reparto, Abel Folk, que interpreta al «gurú del pan» Toni Roca, ha querido añadir que «es un regalo esta terapia integral, unos cuantos de hecho. Lo primero es que la función y el personaje son una delicia; el segundo es trabajar con una compañía que no hace falta decir muchas cosas, son de lo mejorito que podemos encontrar en el país.Había trabajado con ellos varias veces y siempre han sido experiencias felices.Otro regalo es trabajar en esta sala, que es insólita, tiene dos caras y se puede trabajar de forma más íntima y más personal, mirar de hito en hito al espectador.El último regalo y lo más importante, es hacer una función que al terminar, veo caras de felicidad a los espectadores, y es lo mejor que le puede pasar a alguien de este oficio», explica ilusionado.
Roger Coma, encargado de dar vida a Bruno Locascio, ha compartido que «esta obra es muy importante, porque el pan es la base de la sociedad», comienza a decir con una sonrisa. En cuanto a la esencia de la obra ha declarado que «se ha buscado hacer algo muy delicado: pivotar entre la fina línea entre lo patético y lo irónico, humor y llorar». «Con Marc y Cristina nos hemos entendido porque hemos trabajado muchas veces juntos, y al final la gente lo que quiere vivir son actores vivos y que sufran un poco y creo que esto se transmite» asegura. Andrea Ros, que interpreta a Laura Salas, ha añadido que ha habido algo que le ha gustado mucho: «trabajar sobre la marcha, con un texto que ha estado vivo siempre». «Por mi edad y mi físico siempre me ponen a hacer de guapa y aquí me han dejado hacer el payaso, y estoy muy feliz», explica mientras levanta risas.
Sinopsis
Toni Roca lleva más de diez años impartiendo un curso intensivo de cuatro semanas para aprender a hacer pan. Hay pocas plazas y bofetadas para apuntarse. Los alumnos que se inscriben quieren aprender a hacer pan, pero el método parte de una simple y extraña premisa: “Para hacer un buen pan, no es necesario tener la mejor harina o la levadura más fresca, para hacer un buen pan, hay que estar bien con uno mismo.” Así de simple.