La poeta Luna Miguel escribe, dirige e interpreta un monólogo dramático en el que relee la tragedia de Cervantes desde «el debate sobre la sumisión y desde la reflexión sobre el amor»
Preguntada sobre las conexiones entre la tragedia clásica de Miguel de Cervantes que narra el cerco de Numancia y su obra de creación, Ternura y derrota; Luna Miguel piensa que existen «más diferencias que puntos en común, evidentemente, pero hay muchos hilos que terminan uniendo la escena. Sobre el escenario se habla de amor, asfixia y honor. Algo que yo quise explorar desde el inicio».
Luna Miguel ha escrito y dirigido esta obra en la que ella misma sale a escena para dar vida a Ternura, un personaje femenino que se desnuda ante el público a través de un monólogo. «Es la protagonista, la voz que nos lee una serie de cartas sobre la escena. Esa voz femenina contrariada, que pone en duda su propia existencia, que quiere deleitarse con su propio dolor, que cuestiona cosas como que solo el sí es sí, y que propone siguientes pasos tras el #metoo», explica.
Ternura y derrota no es una tragedia que cuenta las hazañas de grandes héroes sino que, alejada de la épica, trae al presente a través de la autoficción dramática la voz de una mujer que, desde su intimidad, nos habla de sus triunfos y derrotas personales, aquellos que marcan su día a día. Luna Miguel concluye: «Quiero pensar que lo que el público encontrará es la intimidad del cuarto de una chica. Su olor, su oscuridad y sus secretos. Ella se llama Ternura, pero de lo que nos hablará será de su placer y de sus derrotas».
Diálogos contemporáneos
La Compañía Nacional de Teatro Clásico da continuidad con Ternura y derrota, de Luna Miguel, al aplaudido ciclo de diálogos contemporáneos con los clásicos que la pasada temporada cosechó un gran éxito con las propuestas de Alberto Conejero y Sergio Blanco. La próxima cita es Restos del fulgor nocturno, montaje escrito y dirigido por Josep Maria Miró a partir de Lo fingido verdadero, de Lope de Vega.
La historia de nuestros clásicos es también la historia de su reescritura textual y escénica. No se presentan aquí meras versiones o adaptaciones, sino nuevas piezas que dialogan desde la contemporaneidad con nuestro legado clásico. Las fórmulas de esta mirada son tan diversas como las creadoras y los creadores invitados a participar: autoficción, conferencias performáticas, instalaciones, etc. Son pequeñas piezas ideadas para convivir durante unos días con sus «hermanas mayores», tomándolas como disparador y punto de partida.