Tania Brenlle, directora artística de La Villarroel, inició la presentación agradeciendo el trabajo de todo el equipo artístico y destacó que La habitación de al lado (The vibrator play) es la producción central de la temporada actual en La Villarroel. «Tras el éxito de La tregua, ésta será la segunda colaboración con la Brutal, una productora de gran calidad y exigencia artística», explicó Brenlle.
La directora artística de La Villarroel subrayó la importancia de estrenar un texto de Sarah Ruhl, «una de las voces femeninas más importantes de los últimos años de los EE.UU.». La dramaturga es poco conocida en nuestro país, de hecho sólo se ha representado una obra suya, Eurídice, en 2010, en el marco del Grec Festival de Barcelona. Brenlle también ha destacado la «meticulosidad y precisión inagotable a la hora de dirigir» de Julio Manrique. El director del montaje ha mostrado una gran satisfacción a la hora de poder llevar un texto de Sarah Ruhl en el escenario. «Cuando la leí tuve la sensación de que Sarah Rul ofrecía una mirada nueva. Una manera nueva de narrar», dijo Manrique; que también ha descrito la interpretación de esta obra como «quien pasea por el escenario bailando un vals». Según ha explicado en rueda de prensa, a la autora «no le interesa el teatro de conflicto, sino la idea de la transformación», lo que considera «maravilloso y muy inspirador.»
Carlota Olcina, actriz protagonista del reparto, ha definido a su personaje como «una mujer encorsetada en una época y unas formas». «Leyendo la obra -añadió- me enamoré de ella: es un volcán en erupción que quiere vivir la vida.» Ivan Benet, que interpreta el papel del doctor giving, protagonista del texto, ha destacado que la obra plantea «un problema muy grande de salud mezclado con humor y emoción. Es como un retrato de nuestros abuelos», comentó. Por otra parte, la actriz Alba Florejachs citó el libro La tecnología del orgasmo de Rachel P. Maines, que sirvió de fuente de inspiración a Sarah Ruhl «para explicar cómo nace el vibrador y como cualquier comportamiento femenino, fuera de lo normal, era etiquetado de histeria «. La actriz Adeline Flaun ha declarado que tenía muchas ganas de dar voz a su personaje: «Estamos a finales de la esclavitud y la autora lo recuerda y se reconcilia con la historia exponiendo dos realidades a la vez».
En cuanto al personaje interpretado por Pol López, un pintor que se encuentra en plena crisis creativa, el actor dijo que «está intentando que el mundo no se escape y que el progreso no se los lleve». Con este personaje, considera que «la autora hace un guiño a Leonardo da Vinci», con respecto al tratamiento de la luz y la observación de la naturaleza. Por último, Mireia Aixalà explicó que su personaje -una paciente del doctor Giving a quien éste trata del mal conocido como histeria- «responde a un estímulo que desconocía totalmente y este ha sido un trabajo interpretativo muy interesante».
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