Tras haberse estrenado en el contexto del Máster de Creación Teatral dirigido por el académico y dramaturgo Juan Mayorga el pasado mes de junio en el Teatro Pradillo, el espectáculo regresa a la capital bajo la misma dirección de Carolina Perelman (Perú) y escrita por ella y Samuel Rotter (Venezuela).
El elenco está encabezado por Sara Batuecas y León Ruíz de Castro y lo completan Ángela Aguilar, Fernando Bodega y Fran Vélez en el papel de Tiempo.
La obra, en la que está colaborando la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), es un drama con tintes de humor y surrealismo y transcurre en el típico café bohemio parisino donde suena tranquila la voz de Edit Piaff. Unas copas compartidas por una joven pareja de desconocidos con un terrible pasado común y que buscan emigrar a un nuevo mundo, acaba desembocando en un baile seguido de risas y gran felicidad.
Pero lo que a primera instancia parece ser una simple historia de amor, se vuelve una reflexión acerca del pasado y la memoria de ambos. La historia de Zygmunt y Ana es la historia del abuelo de Samuel que fue prisionero en distintos campos de concentración nazis durante la II Guerra Mundial, y de su abuela que vivió encerrada en el gettho de Varsovia hasta que escapó a los 12 años.
Ambos perdieron todo durante esos años; sus bienes fueron confiscados por los nazis y sus familias murieron en campos de exterminio. Aun así, a pesar del trauma, la soledad y las limitaciones del lenguaje, fueron capaces de emprender a nuevos mundos y rehacer sus vidas en Latinoamérica
«Buscamos crear una experiencia teatral absolutamente nueva. Nuestro reto es representar la evolución y eventual desaparición de los recuerdos. Se han representado recuerdos en obras pasadas, pero no el mismo recuerdo manifestándose reiterativamente durante un período de sesenta y ocho años», explica Carolina Perelman.