Sólo han sido necesarios dos actores. Águeda Llorca y Pau Gregori dan vida a los diez personajes que aparecen en la versión de La Celestina de Policarpo. Diez personajes masculinos y femeninos, los cuales interpretan estos dos grandes actores indistintamente sin tener en cuenta el género del personaje. Tanto Águeda como Pau hacen de Celestina.
Todo esto es posible gracias a las diez cabezas que tienen al fondo del escenario soportadas por unos elementos escénicos basados en listones. Sobre ellos reposan las cabezas de los personajes que los actores utilizan cogidas por un mango que nace del cuello según la necesidad de la obra. El personaje en escena y la magnífica voz de estos dos actores deja paso a la imaginación de los espectadores quienes tienen que poner muy poco de su parte para ubicar las estancias donde se desarrolla la acción.
La escenografía que presenta la obra son dos figuras geométricas en tres dimensiones construidas mediante listones, cuyo diseño también lo firma Jaume Policarpo. No podemos dejar pasar el magnífico trabajo realizado por Miguel Ángel Camacho para la construcción de los títeres/cabezas.
En cuanto a la trama, de sobra es conocido el amor de Calisto y Melibea, al que Celestina intenta poner remedio como buena vieja alcahueta. A todos ellos les ayudan los criados, sirvientes, etc., hasta que la avaricia irrumpe en escena para apoderarse de la vida de Celestina, muerta a manos de Pármeno y Sempronio, los que después deciden tirarse por una ventana para huir y son apresados moribundos para ser ahorcados.
Peor suerte y más trágica es la muerte de Calisto, quien después de visitar a su dama perece al caer de una escalera mientras saltaban por el muro de la casa. Tal es el dolor que siente su amada Melibea, que decide suicidarse a vista de su padre, pidiéndole que, por favor, les den sepultura en el mismo lugar.
El tema recurrente del amor, la muerte, la traición, los engaños, y los personajes de los bajos fondos sociales de la época hacen de la obra un claro ejemplo de los grandes temas del Barroco español y el Siglo de Oro de nuestra literatura, aunque se escribiera a finales del siglo XV.