«Duncan sí obtuvo un gran reconocimiento durante su vida, pero su camino nunca fue fácil porque nunca lo es para las personas que rompen con los cánones establecidos. Y ella hizo saltar por los aires todos los dogmas sobre los que se asentaba la danza», señalan desde Abrego.
Isadora Duncan vivió a finales del siglo XIX y principios del XX, en un momento en el que la danza solo se practicaba con moños apretados, tutús y movimientos rígidos y preestablecidos. Y esta mujer, gracias a la fascinación que le había producido el mar desde niña y a su talento, decidió que se podía bailar de forma libre, moviendo las manos con movimientos ondulatorios semejantes a los de las olas, con los pies descalzos y el pelo al viento. Es por ello que se la considera la creadora e impulsora de la danza moderna.
«Y si hay una mujer libre que también ha ido contracorriente es Aurora Navarro la impulsora, junto a Manuel Fernández Nieves, de ese proyecto llamado El Montacargas», indica Abrego.
Navarro es la creadora e intérprete de esta pieza que quiere homenajear y reivindicar a esta gran artista revolucionaria. En palabras de Aurora, «la idea de hacer un espectáculo sobre Isadora Duncan ronda en mi cabeza desde hace 40 años. Su vida es un mosaico de arte y pasión y es lo que he tratado de reflejar en este monólogo».