Está protagonizada por Teresa Lozano, Premio de las Artes Escénicas Valencianas 2020
La primera función será el sábado 5 de febrero y se mantiene el estreno del viernes 11 de febrero a las 20 horas
Las tres primeras funciones previstas, las del 2, 3 y 4 de febrero, se han tenido que suspender por un positivo en COVID-19, por lo tanto, la primera función será el sábado 5 de febrero a las 20 horas. Se mantiene el estreno, tal como estaba previsto, para el viernes 11 de febrero a las 20 horas.
La rueda de prensa la abrió el director general del Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos, con una cita de Joan Fuster publicada en ‘Jornada’ el 1959, y recogida después en la primera edición de sus obras completas con el título ‘Consideracions sobre la situació actual del teatre valencià’: “Ningún teatro del mundo se alimenta ‘exclusivamente’ de la producción dramática nacional: en todas partes, junto a las piezas escritas por los dramaturgos del país, se representan más, o muchas más, traducidas de otros idiomas. (…) El teatro valenciano se ha mantenido siempre cerrado a las traducciones”.
En el mismo escrito, el ensayista de Sueca también se quejaba en 1959 “de la práctica inexistencia a los escenarios valencianos de obras en la lengua del país”, y Guarinos recordó estas reflexiones para hacer ver, con datos y títulos, que afortunadamente las cosas han cambiado mucho 60 años después de esta fusteriana reflexión: “Obras como por ejemplo ‘La Tempestad’, de William Shakespeare, en versión de Roberto García, y la lengua en la que producimos desde el IVC casi todos nuestros espectáculos, como también lo hace una inmensa cantidad de compañías profesionales valencianas, corroboran este paso adelante y positivo”.
Roberto García ha añadido: “‘La Tempestad’ se considera la última obra de William Shakespeare. Es una obra extraña, peculiar y poco representada. Una patraña efectista creada para deleitar al rey Jacobo I de Inglaterra y a sus acompañantes de la alta sociedad sentados en sillas en un espacio interior (a diferencia del Globe, en el que el público, formado por gente de clase baja, asistía a las obras de pie)”.
Y ha continuado: “Una de las cosas que más interés me despertó fue que estamos básicamente ante un artefacto metateatral. La isla que aparece en la obra no deja de ser el espacio de creación de ese dramaturgo llamado Pròsper y de ese director de escena denominado Ariel. Es decir, un teatro dentro de otro teatro. Y como espacio de creación que es, hablamos de un lugar donde puede pasar cualquier cosa y donde los personajes son lanzados a vivir un viaje revelador y de transformación”.
Y después están los grandes temas: el ejercicio del poder, la libertad a la que apelan todos los personajes, las prisiones mentales y físicas, la relación entre padres e hijos, la venganza, el perdón y las segundas oportunidades.
Shakespeare se despidió del teatro con esta obra. Se despidió de la política mostrando el juego sucio en el que se mueve, se despidió de la comedia con los bufones borrachos, se despidió del romance con los jóvenes enamorados… Y después de mostrarlo en una isla, que es un teatro dentro de otro teatro, y de evidenciar la futilidad de todo porque está hecho de la misma materia que los sueños, decidió perdonarlo todo y perdonar a todos.