La obra es un encargo de la formación catalana a la autora y directora hispanouruguaya que se estrenó en el Festival Grec de Barcelona en 2019 y supone la primera incursión de T de Teatre en el Centro Dramático Nacional
Se trata de una comedia dramática con toques de fantasía en torno a la identidad y el desarraigo y está protagonizada por las cofundadoras de T de Teatre Mamen Duch, Marta Pérez, Carme Pla, Àgata Roca, además de Albert Ribalta
Tras su recorrido por diversos teatros del territorio nacional, la obra llega a nuestra sala de Lavapiés, donde se exhibirá hasta el 29 de mayo. Se trata de la primera vez que la veterana formación catalana, fundada hace más de 30 años por cinco jóvenes actrices de Barcelona, muestra su trabajo en el CDN. Desde su creación en 1991, T de Teatre ha tenido una sólida trayectoria, convirtiéndose en una de las compañías de mayor renombre en la escena catalana. Han invitado a escribir piezas para ellas y a dirigirlas a carismáticos creadores contemporáneos, como Cesc Gay, Pau Miró, Ciro Zorzoli, Julio Manrique, Javier Daulte, Sergi Belbel o Alfredo Sanzol (autor y director de la exitosa Delicadas (2010) o Aventura). Canción para volver a casa es un encargo que hicieron a Despeyroux tras ver un espectáculo suyo (Un tercer lugar) que las entusiasmó.
El resultado de la colaboración es, en palabras de la autora y directora, “una fantasía tragicómica, una comedia desesperada donde varios seres extraviados encuentran formas extrañas de estar juntos”. Canción para volver a casa está protagonizada por Mamen Duch, Marta Pérez, Carme Pla y Àgata Roca -cofundadoras e integrantes de T de Teatre- junto con Albert Ribalta.
El quinteto interpreta la aventura de tres amigas en plena crisis existencial que se reúnen tras muchos años sin verse y se ven inmersas en una extraña hazaña a causa de un malentendido: en el bar del pueblo al que vuelven, creen reconocer al autor escocés responsable de un antiguo éxito teatral que las tres protagonizaron. El supuesto autor es un hipnotista que ha recalado en el pueblo huyendo con su ayudante de un suceso trágico, quien decide seguirles la corriente y hacerse pasar por el reconocido dramaturgo.
“Un reencuentro, una confusión, una aventura y hasta una muerte trágica son los rodeos que se dan cita en esta obra para que los personajes emprendan su viaje de vuelta”, según la autora hispanouruguaya afincada en Madrid. “Partir es condición necesaria para el regreso y esta obra, como reza su título, es la canción con la que yo vuelvo a casa, o mejor, a una de mis casas, pues si una cosa me ha enseñado mi condición de desarraigada es que no es necesario sentirse de un lugar para encontrar un sitio y que ser la misma en otra parte lo cambia todo”, reflexiona la autora.
Así, la historia, con destellos aparentemente disparatados y el ingrediente de fantasía que caracteriza su escritura, se apuntala sobre tres líneas de acción: la huida (porque todos huyen de algo), el encuentro (porque todos se encuentran al final de alguna manera), y el destino (entendido como aquello de lo que no se puede huir). “Y es que la vida a veces es algo tan simple y complejo como eso: una aventura que se prolonga, pero no deja de ser un regreso al hogar, al cobijo, al lugar originario donde un día pertenecimos, un reencuentro del alma consigo misma después de haberse extraviado de formas inesperadas. Un adulto es alguien que debe fundar su propio hogar, al tiempo que va encontrando su lugar en el mundo”, concluye Despeyroux.
Canción para volver a casa se estrena el miércoles 4 de mayo en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán, donde estará hasta el 29 de mayo.