Icono del sitio Masescena

«Las guerras de nuestros antepasados»: Una intensa y directa adaptación del clásico de Miguel Delibes en el Teatro Goya de Barcelona

Imagen de escena de la obra "Las guerras de nuestros antepasados"

Imagen de escena de la obra "Las guerras de nuestros antepasados"

Jordi González ha quiso empezar el acto explicando que los teatros de Focus vienen de un gran año y que la nueva temporada augura un escenario lleno de propuestas fantásticas. En la misma tesitura, ha agradecido la presencia y colaboración de los medios a un evento que ha calificado de la rueda de prensa perfecta, un gran espectáculo basado en una gran obra con un gran equipo:

“El Teatro Goya ama a todos aquellos que aman al Teatro, a todos aquellos que, pudiendo estar haciendo cualquier otra cosa, siguen trabajando en los escenarios. El espectáculo que hoy os presentamos, está conformado de gente así, Jesús Cimarro, productor y amigo desde hace muchos años que ha dedicado su vida al teatro, Claudio Tolcachir, no sólo un magnífico director, sino un artista completo y polifacético que nos enorgullece acoger, y un reparto de excepción avalado por una larguísima trayectoria formado por Carmelo Gómez y Miguel Hermoso. Un equipo que lleva a escena esta obra maravillosa y extraordinaria de Delibes en un montaje que ha acumulado premios y ha llenado teatros en todo el estado y que, estoy convencido, será también un éxito en nuestra ciudad.”

Por su parte, el director de Pentación Espectáculos Jesús Cimarro expresó la ilusión que supone llevar esta obra al Teatro Goya de Barcelona, una ciudad que, a su juicio, impone un gran respeto a nivel artístico: “Agradecemos mucho que, como productora amiga, Focus nos abra las puertas de los teatros. Le tenemos un gran respeto a esta ciudad y sólo traemos nuestros mejores espectáculos. Las guerras de nuestros antepasados es una producción de la que estamos muy satisfechos.”

 

“La obra de Delibes permite que todo el mundo se reconozca, porque habla de cosas que todos hemos vivido y con las que todos nos podemos identificar.” Claudio Tolcachir, director

 

El director, Claudio Tolcachir, explicó qué ha supuesto enfrentarse a un montaje de estas características, tanto a nivel artístico como personal: “Como creador quieres hacer cosas que signifiquen, que valgan la pena, que te asusten y que supongan un reto, que influyan en tu vida. Y esta obra, sin duda, reúne todas estas características.”

Tolcachir confesó su sorpresa al leer el texto original de Delibes por lo identificado que se sentía: “Me quedé parado de cómo, en una novela tan reconocidamente española como la de Delibes, llegué a tener la sensación de que hablaba directamente de mí y de mis vivencias. En realidad, la obra de Delibes permite que todo el mundo se reconozca, porque habla de cosas que todos hemos vivido y con las que todos podemos identificarnos. Habla de la humanidad, de los tejidos familiares, de los miedos, de la violencia, de la naturaleza de una persona invadida por las expectativas de los demás. No es una obra que enseñe. Todo lo contrario. Plantea preguntas, abre rincones que hacen que te cuestiones y te cambien. Hemos visto que, entre el público, se producen conmociones. Aparecen el humor, el amor, el horror, la empatía y un convencimiento de que, después de todo, las cosas no son tan sencillas.”

 

“Es una obra que habla de cosas que he visto en mi tierra. La vivo en carne viva.” Carmelo Gómez, actor

 

Carmelo Gómez interpreta al malogrado Pacífico Pérez, un hombre que rechaza la violencia pero que se encuentra internado en un sanatorio penitenciario por asesinato. Una de las muchas dicotomías que, por el actor, son pruebas inequívocas del carácter eminentemente farsesco de la obra.

“Delibes escribe una obra para engañarnos. Aparentemente se trata de una historia sobre la violencia y la paz pero, poco a poco, te vas dando cuenta de que se trata de una falsedad. Es una terrible farsa. Lo que se explica no es más que la punta del iceberg. Se habla de la guerra en pretérito, como si fuera una vivencia puntual y el horror acabara una vez se depongan las armas.”

Gómez también afirmó que se trata de una versión diferente a todo lo que se ha adaptado de Delibes hasta la fecha. Donde la gran mayoría de compañías y directores han apostado por un drama intenso y realista, la propuesta de Tolcachir apuesta por un simbolismo psicológico que permite que todo el mundo vea representada una realidad cercana y muy personal:

“Mucho de lo que explica la obra me resuena con lo que he vivido en el pueblo de donde vengo. Las familias, la violencia, el maltrato animal, las relaciones humanas… Para mí es una obra que habla de cosas que he visto en mi tierra. La vivo en carne viva.”

Miguel Hermoso, que interpreta al psiquiatra que entrevista al personaje de Pacífico Pérez, también se hace eco de ese carácter ambiguo del texto de Delibes y de la encarnación profundamente teatral que propone Tolcachir en el montaje.

“La magia del teatro es su dualidad. Te permite estar en dos planes distintos por cómo impacta con el público. El doctor, personaje que interpreto hace la función del corazón en una tragedia clásica: te da la mano y te introduce en el mundo místico, ambivalente, mágico y cruel de Pacifico Pérez. Como buena obra clásica, el texto de Delibes plantea muchos temas y, sin darnos cuenta, estamos hablando de amor, horror, crimen y de la misma esencia humana. Y nos plantea una pregunta. ¿Yo también podría ser un asesino? Si Pacífico, una persona bondadosa como pocas y que despierta una gran empatía, es capaz de asesinar, ¿cómo nos deja esto al resto? ¿Es posible que todos seamos asesinos en potencia? ¿He deseado matar a alguien? Y, si es así, ¿qué me lo ha impedido? La gente ríe con este espectáculo, pero es una risa incómoda, que nos cuestiona, porque necesitamos burlarnos de nuestra esencia para intentar comprenderla. Éste es el buen teatro, aquel que te emociona en la butaca y que, después, te incita a la reflexión.”

 

Sinopsis

Un grito contra la violencia de las guerras es la línea maestra de la novela de Miguel Delibes Las guerras de nuestros antepasados, publicada en 1975. Desde el nombre del protagonista, “Pacífico”, hasta el final terrible de la obra, autor vallisoletano defendió a lo largo de sus páginas la paz ante la guerra y la no violencia como camino de vida.

Como adaptador he querido destacar el carácter complejo de Pacífico Pérez, su sumisión a los poderosos, su resignación casi franciscana ante un destino grabado en su memoria desde la cuna con las historias de las guerras que le contaban Abue, el Bisa y el Padre. He respetado el esquema original de la novela de las siete entrevistas mantenidas por el Pacífico con el psiquiatra de prisión. Se expresa con plena libertad y con el mejor lenguaje rural castellano, que con tanto acierto le concedió su autor original.

Debo reconocer en estas líneas, sobre todo, la gratísima colaboración recibida por parte del actor Carmelo Gómez (natural de un pueblo de León), que con tanto entusiasmo como de conocimiento ha trabajado conmigo para “pulir” la última versión del texto que ahora presentamos. Y, por supuesto, agradecer a Jesús Cimarro su apasionada y comprometida participación en este proyecto desde el minuto uno.

 

 

Salir de la versión móvil