La elección del comediógrafo Aristófanes como punto de partida para este trabajo no es casual, ya que se trata » del máximo representante de, permítannos la familiaridad, la poca vergüenza clásica» explica el colectivo artístico. «Humor, música, irreverencia, carnaval, pasión, libertad… Esta es nuestra propuesta para uno de los grandes clásicos de la escena, que reinterpretamos desde nuestro particular punto de vista, sin prejuicios y llenas de entusiasmo», añaden.
Vigencia de un clásico
A nadie se le escapa la vigencia que siguen manteniendo las once obras que se han conservado de Aristófanes, a pesar de estar escritas en torno al año 400 a.C. Una vigencia que conmueve y entristece a partes iguales: las guerras, la decadencia del sistema político, los intentos de relegar siempre a la mujer a un segundo plano, la lucha por imponer los intereses propios al bien común… Pero no es esto lo que decidió a Las Niñas de Cádiz a trabajar sobre su obra, sino el hecho de venir barruntando desde hace años la idea de que la comedia clásica griega tiene muchos puntos en común con la puesta en escena y los contendidos del carnaval gaditano actual.
Tras estudiar con detenimiento los once textos conservados de Aristófanes, se sienten inclinadas por Lysístrata, justamente por el tema que trata: la guerra, y la importancia de la mujer para construir un nuevo orden mundial, optimista, justo y solidario. Han incluido algunos pasajes de otra obra de Aristófanes llamada La Paz, que a su juicio debían estar en la función por su enorme brillantez y su actualidad. “Pero, en general, hemos respetado el texto íntegro de Lysístrata. Bueno, hemos respetado… a nuestra manera”, explica la compañía.
Sobre Las Niñas de Cádiz
Su propio nombre, Las Niñas de Cádiz, es una declaración de principios: una referencia explícita a las Puellae Gaditanae, bailarinas y cantantes celebradísimas del Imperio Romano. Mujeres artistas, populares, irreverentes, provocadoras y libres.
Las Niñas de Cádiz es una compañía de teatro que trabaja desde las raíces, fusionando elementos de la cultura popular y el folklore con otros de la denominada tradición culta. Y siempre desde el humor. Para ellas, el humor es una manera de mirar la vida, de entenderla, de sentirla… Por más que los temas abordados en sus funciones sean universales, trágicos o profundos, no pueden abandonar nunca la risa. Es la herencia recibida de Cádiz, esa Tortuga fenicia de Lorca, una tierra milenaria cuya idiosincrasia no deja nunca de inspirar a este colectivo: “Habla al mundo desde tu aldea”, decía Tolstoi.