Icono del sitio Masescena

Llega a La Villarroel «Nadia», un documental escénico en primera persona sobre la situación de las mujeres en Afganistán

'Nadia' es, en realidad, un canto a la vida y a la supervivencia

'Nadia' es, en realidad, un canto a la vida y a la supervivencia

Tania Brenlle inició la rueda de prensa dando las gracias a los asistentes y presentó el montaje confesando sentirse muy afortunada. En efecto, las grandes diferencias que radican entre ser mujer en nuestra sociedad o serlo en un entorno como el de Kabul claman sobre el privilegio de no vivir bajo un régimen que sistemáticamente oprime el género femenino. “Me siento muy privilegiada por ser una mujer que dirige una sala y que, además, puede hablar por un micrófono. Sólo unos 7000 kms. separan Barcelona de Kabul, pero son dos mundos muy distintos; aquél es un mundo donde la voz de la mujer está totalmente enterrada.”

La directora artística también expresó lo necesaria que es una pieza así, y más, en el contexto sociopolítico actual: “Quiero dar las gracias a La Conquista del Polo Sur por atreverse a embarcarse en esta aventura con La Villarroel. Yo vi el espectáculo en su momento en el TNC, en el 2016, y creo que es muy necesario volver a realizarla. Hay que darle voz para que, aunque pueda parecer que es un tema olvidado, lo cierto es que no podría ser más actual; como occidentales, tenemos una responsabilidad.”

La vigencia del espectáculo se justifica por el propio desarrollo de los sucesos. Buena parte del periplo de Nadia durante los 10 años en los que tuvo que hacerse pasar por un chico para poder sobrevivir, fue bajo el régimen de los talibanes. Al caer el gobierno integrista, la protagonista de estos hechos pudo salir del país y establecerse en Barcelona. Parecía que una nueva era podía vislumbrarse en Afganistán. Sin embargo, desde hace unos tres años, el régimen de los talibanes vuelve a gobernar la nación.

Nadia Ghulam es la mujer protagonista de este relato en forma de documental escénico, una mujer que lleva cerca de 10 años contando su historia para cambiar la situación de las mujeres en su país de origen y para modificar la percepción de la sociedad occidental que le ha acogido. “Es muy importante que las mujeres afganas no queden en el olvido. Hay más de 15 millones de mujeres que viven allí y no podemos simplemente aguantar en silencio y no hacer nada. Todo esto debe visibilizarse. A este respecto que decía Tania, creo que más que nunca, esta obra es necesaria para poder explicar la situación a la sociedad occidental. Es una muestra de la resiliencia de esta obra y, asimismo, habla de la resiliencia de las mujeres afganas. Las mujeres de allí siguen resistiendo con esperanza para transformar toda esa oscuridad en luz. Para mí es una obra viva. Cada vez que la representamos es mi historia y, dado que la vida se transforma, estoy creciendo como ser humano. Me permite realizar muchos cambios en mi país con mi organización. Hoy en día, a las mujeres, las han silenciado. No pueden hablar. Ellas no pueden, pero nosotros podemos hacer muchas cosas; aquí podemos hacer cosas por ellas y debemos contar con las mujeres como yo, que sí tienen voz. Me alegra mucho la posibilidad de repetir exhibición el próximo año. El arte puede transmitir muchas emociones que la población necesita saber.

Nadia Ghulam admitió que es una obra que le produce muchas emociones, emociones que la atraviesan cada vez que sale al escenario a contar su historia. “Detrás de este trabajo que hemos hecho hay muchas emociones, debido a que es un documental vivo, y trabajar en primera persona significa trabajar en alerta. Ha habido momentos de funciones en los que teníamos todas las entradas vendidas y yo no estaba en condiciones de salir y hacer la obra. Yo, ahora, me estoy preparando mentalmente para poder realizar estas 10 funciones, porque lo estoy reviviendo. No es terapia esto, es revivir esta historia una y otra vez. Pero con estas palabras puedo llegar a muchas personas y dar voz a las mujeres de mi país. Podemos hacer muchas cosas si realmente queremos.”

Carles Fernández Giua, director del espectáculo, también agradeció muchísimo a La Villarroel la oportunidad de volver a llevar escena este montaje, un montaje que, tal y como avanzaba Nadia Ghulam, se ha ido transformando compasándose con los acontecimientos recientes de Afganistán.

“Nos gusta decir que es la historia de una relación que se mantiene viva, a pesar de los años pasados. La situación en el país ha cambiado y algunas cosas hemos tenido que adaptarlas. Y aquí viene la pregunta que le hice a Nadia hace un par de días: habiendo cambiado la situación allá, tengo la impresión de que Nadia, en realidad, es un canto a la vida, a la supervivencia, pero quizás esta vez el montaje no terminaba tan bien, ¿tú qué piensas? Ella me contestó que no, que era lo contrario, que ahora acababa mejor. Creo que el espectáculo transmite una idea de que, a nivel de contenidos, está vivo, nuestra relación está viva. El viaje que hicimos a Afganistán es como si hubiera continuado en otros lugares donde hemos estado, como en Barcelona. Yo creo que es una relación de ida y vuelta. Relación viva y montaje vivo.” «Sobre esto de la transmisión, para nosotros es un montaje muy importante. El apoyo del Grec Festival fue muy importante. Yo le hablé de Nadia a Ramón Simó, que en ese momento era director del festival, y recuerdo que le conté después de otras dos propuestas y abrió los ojos como platos y dijo: ahora hablaremos de esto.»

El director también se ha hizo eco de lo emocionalmente desgarrador que es el espectáculo y de la dificultad de no dejarse sobrepasar por esta intensidad. “Muchas veces nos tranquilizábamos recordando que, en Nadia, hay un texto escrito, que debería servir de vía por la que transitar sin salir. Pero este texto es el resultado de conversaciones, diálogos, trabajo… es un punto de llegada y, en este texto, la idea que compartíamos con Nadia, es que ella podía encontrar la libertad de su historia de modo que a ella le hiciera bien; y eso sólo te lo da la distancia de la poesía, del arte, poder elegir las palabras… Está claro que hay un texto, es una mirada poética sobre la experiencia de Nadia.”

Fernández Giua acabó explicando que se trata de un espectáculo que trata la importancia de la educación y la fuerza de la resiliencia mientras se mantiene.

“El montaje se estructura mediante algunas palabras clave que nos sirven para organizar el relato de Nadia. Durante el proceso de trabajo, hemos elegido momentos de metraje que teníamos de testigos de Nadia, y todo convive mucho con un dispositivo de imagen para que nosotros, como público, podamos ver estos lugares. Para nosotros era importante confrontar el relato de Nadia con el lugar donde le ocurrió todo. Es un documental escénico.”

Sinopsis

Una joven afgana protagoniza este documental escénico para transmitirnos su experiencia, una historia que enlaza su pasado en Kabul con su presente en Barcelona y que proyecta una mirada de esperanza hacia el futuro.

Nadia nació en Kabul hace 39 años. Cuando tenía 8, durante la guerra civil posterior a la retirada soviética, sufrió graves heridas a causa de un bombardeo. La perseverancia de su madre le salvó la vida. Una vez instaurado el régimen de los talibanes y con graves secuelas físicas tuvo que hacerse pasar por chico para mantener a su familia. Esta increíble representación duró casi diez años. En 2006, gracias a una ONG, viaja a Barcelona, ​​ya como mujer. Actualmente, estudia cooperación internacional, ha recuperado su identidad y está implicada en todo tipo de actividades dedicadas a divulgar la cultura afgana y la situación de las mujeres en su país: un documental televisivo, diferentes libros y, ahora, esta pieza teatral en que la propia Nadia, utilizando imágenes reales y material documental, transmite su experiencia y mira hacia el futuro. Nadia habla de Nadia, pero también de nosotros, de nuestras creencias, de la información, de la amistad, la educación y la libertad. Nadia es un diálogo entre culturas.

Salir de la versión móvil