Daniel Anglès inició la rueda de prensa dando la bienvenida a los medios presentes y agradeciendo su asistencia en la presentación de una nueva comedia de autoría catalana de éxito como es Laponia, de la que, como explicó «se han hecho más de veinte producciones en todo el mundo y actualmente se está representando en 7 países diferentes».
Marc Angelet, coautor de la obra con Cristina Clemente, destacó el hecho de llegar a un teatro como el Condal con una pieza como Laponia: “ver como una pequeña obra, que la escribimos hace seis años con Cristina, ha ido creciendo tanto y ahora llega a un teatro tan grande y emblemático como el Condal, y con un equipo artístico como este, y que tenga el mismo impacto que tuvo la primera vez.”
En cuanto al recorrido internacional, tanto Angelet como Cristina Clemente, destacaron que «es un texto que nos ha dado muchas alegrías. Sin ir más lejos la semana pasada estuvimos en Atenas, donde se estrenó su versión griega, y aquí tenemos a Nelson Valente, que dirigió la versión que se hizo en Argentina», donde tuvo un gran éxito.
Precisamente, Nelson Valente, director de la obra, y viejo conocido del teatro catalán donde en los últimos años ha estrenado piezas como Pols de diamant o Amnesia, recoge el testimonio de Angelet y Clemente, que también dirigieron el primer montaje. Valente explicó su primera experiencia con el texto: «Cuando se estrenó aquí por primera vez me hicieron llegar el texto y me encantó ya en la primera lectura. Me sentí profundamente identificado, y les bromeé que perfectamente la podría haber escrito yo, ya que es una comedia muy familiar”.
Valente, ahora, se enfrenta a un nuevo reto con la obra y es dirigir una comedia en catalán y con intérpretes catalanes: “cuando me invitaron a hacer esta nueva propuesta me hizo mucha ilusión ya que, gracias al excelente trabajo de la producción, podía trabajar con un elenco magnífico con los que el proceso de ensayos fue siempre que aporten cosas propias y así ha sido. Y creo que esto el público también lo percibe, ya que en el preestreno que hicimos en Santa Coloma fue todo muy bonito.”
Por último, Valente explicó lo que es para él el verdadero mensaje de la obra: «es un viaje sobre la ilusión, es un espectáculo que te reconcilia con esta parte que a veces creemos perdida en nuestra vida como es la magia, la ilusión».
Míriam Iscla, quien interpreta a uno de los miembros de la pareja catalana que viaja a Laponia, habló del hecho de cómo el espectador puede empatizar con los personajes: «es una comedia en la que la gente se puede sentir reflejada, tanto en sus miserias como en sus pequeñas victorias emocionales. ‘obra es un himno a la magia ya la ilusión de que todos vamos perdiendo a medida que nos vayamos haciendo mayores.”
Y es que la ilusión es uno de los grandes temas de la obra, y cómo la transmitimos a los más pequeños. A este respecto, Iscla destacó que “muchas veces los adultos vampirizamos la ilusión de los niños, en el sentido de que nos hace más ilusión a los mayores hacer a los reyes para ver la cara de las criaturas, que a ellos mismos.”
Iscla, que ya había trabajado bajo las órdenes de Nelson Valente en Amnesia, un texto propio del argentino, resaltó las similitudes: «Laponia, como también lo era Amnesia, es una comedia con muchas capas. En este caso, la ilusión, o la pérdida de la ilusión, es el detono de lo que es el detono de lo que es.»
Anna Sahun interpreta a Núria, la hermana de Mónica, el personaje de Míriam Iscla, que hace diez años que se fue a vivir a Finlandia con su pareja: “supuestamente mi personaje se ha integrado muy bien en una sociedad tan diferente a la nuestra, pero poco a poco iremos viendo que con ella ya es muy personal, catalana. Es un personaje que busca evitar el conflicto, que quiere dar la razón a unos y otros hasta que ya no puede más y da un vuelco.”
David Bagés, quien interpreta a Ramón, el marido de la pareja que viaja hasta la región finlandesa, habló de las diferencias culturales entre los personajes que viven en Cataluña y la pareja instalada en Laponia, y puso en valor la comedia hecha en Cataluña, que según el intérprete “está hecha desde la verdad con la gente empatada. catalana está llena de textos maravillosos.”
El actor reusense reflexionó, en primera persona, sobre el hecho de la mentira y la ilusión, dos de los grandes temas de la obra: «como ha dicho Míriam, nosotros vampirizamos esta ilusión porque recordamos la ilusión que teníamos nosotros de pequeños». Ahora, aparte está el tema de la mentira, y es que antes el hecho de mentir o no a los hijos ni se planteaba, se hacía y no pasaba nada, y ahora sí, y por tanto, hay que explicar bien a los hijos porque mentimos ya que es la primera y mayor mentira que les explicamos.»
Albert Prat interpreta a Olavi, la pareja finlandesa del personaje de Anna Sahun y como tal, es el personaje con más diferencias culturales respecto al resto: “en la primera parte de la función me dedico a analizar a esta pareja de energúmenos venidos de Cataluña que creen en reyes magos y padres noels”.
Sinopsis
¿Es la mentira la clave para mantener la ilusión?
Mònica, Ramon y su hijo de cinco años, Martí, han viajado a Finlandia para pasar las fiestas de Navidad con la hermana de Mònica, Núria, su compañero finlandés y la hija de ambos, Aina, de cuatro años. El pequeño Martí está muy ilusionado, en Finlandia podrá ver a Papá Noel de verdad.
La velada entre dos familias se presenta idílica, una casita en medio de abetos nevados, chimenea, trineos en la puerta, entorno familiar plácido… Pero todo se tuerce cuando Aina explica a Martí que Papá Noel no existe, que es un personaje que se inventaron los adultos hace tiempo para coaccionar a los niños para que se llevaran bien.
Es cierto que es imposible que un solo hombre reparta regalos a todos los niños del mundo en una sola noche. El disgusto de Martí es grande, pero lo es aún más el de sus progenitores. Para Mònica y Ramon mantener la ilusión de su hijo es una de las máximas de la Navidad.
A partir de este hecho, las dos parejas contraponen dos formas de educar a los hijos totalmente opuestas, debatiendo sobre la verdad y la mentira, las tradiciones, los valores familiares, e inevitablemente salen a la luz secretos del pasado que nadie tenía ganas de desenterrar.
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