Jordi González ha dado la bienvenida a los presentes, contento de encontrarse «entre amigos». Por un lado Lolita Flores, con quienes ya habían trabajado anteriormente en el Teatro Goya, especialmente con La plaza del diamante de Mercè Rodoreda (2015) y con La fuerza del cariño de Magüi Mira (2020) y, por otro lado, con el director escénico Luis Luque, que ya ha llevado varios montajes tanto en el Teatro Goya (Las criadas) como en el Teatro Romea (Edipo. A través de las llamas; Fedra) y de quien González asegura que es «un gran director y una maravillosa persona.»
Cesc Casadesús, director del Grec Festival de Barcelona, también ha compartido su satisfacción por poder programar este título con un equipo artístico tan destacado.
“En Grec – dice el director del festival – presentamos muchas coproducciones e intentamos impulsar la creación local, pero también intentamos que haya creaciones de todo el territorio español. Es un espacio para mostrar pequeñas joyas como ésta, sin tener que competir con el resto de espectáculos. Éste es un montaje precioso, una revisión maravillosa del clásico de Lorca y es un lujo y un placer tener este equipo dentro del marco del festival porque, además, nos permite seguir extendiendo estos puentes con el teatro español.”
Escrito a partir del personaje de Poncia, la criada de La casa de Bernarda Alba, el texto pretende aproximarse a la obra original de Lorca desde el punto de vista de las voces invisibilizadas. Luis Luque explica que, en el fondo, ésta es una idea que lleva gestándose muchos años, cuando Miguel Narro le encargó al director de escena José Carlos Plaza montar La casa de Bernarda Alba y, el papel de Poncia debía ser por la cantante Lola Flores, madre de Lolita como todo el mundo sabe. Por varias razones, la cantante no pudo participar en el montaje, algo que, admitía, siempre lamentó.
“Vi un vídeo del programa La Clave donde Lola Flores hablaba precisamente de eso y le pasé a Lolita, diciéndole que me parecía una forma muy bonita de cerrar un círculo. Pero lo cierto es que a mí no me apetecía mucho montar La casa de Bernarda Alba, se había representado hacía menos de un año en Madrid y no quería repetir. Entonces, releyéndola, se me ocurrió la idea de hacer un monólogo donde sólo hablara Poncia y dijera lo que tuviera que decir. Era una oportunidad de dar voz a la clase popular, para que pasara cuentas con el resto de mujeres de la casa. El árbol fue creciendo y desplegaba unas ramas muy interesantes: la libertad para amar, la culpa… y también había algo muy mío y personal en todo lo que me resonaba mucho, la defensa de la buena educación, de los hombres , la culpa que queda en un ecosistema familiar que alguien decide irse, y cómo vivimos este trastorno en nuestro cuerpo y en nuestra alma. Obviamente, es también un texto que habla de la clase social. Poncia es un personaje ambivalente porque es la jefa de las criadas pero también la sirvienta de Bernarda. Yo no he continuado la obra de Federico, he cogido al personaje y lo he contextualizado en un momento de la vida de estas mujeres.”
Por su parte, Lolita Flores ha expresado qué significa para ella formar parte de este proyecto, una historia, un espectáculo en el que se siente libre tanto por la forma de trabajar y la confianza que Luque le ha dado durante los ensayos como para ser un monólogo.
“Yo interpreto una Poncia libre, con un texto de Luis Luque con frases de García Lorca; es un texto conjunto, creo yo. Ésta es una Poncia que hace justicia porque «la letra con sangre no entra», porque debe querer libremente, porque no se puede encerrar a cuatro chicas jóvenes entre cuatro paredes durante ocho años para maltratarlas. Para mí es reivindicar un montón de cosas: a mis abuelas, a la gente que he conocido, amigos de mis padres que han vivido en un silencio absoluto, una reivindicación de que a los hijos hay que hablarles, darles amor , razonar con ellos…”
Aunque es una versión y relectura del clásico de Lorca, este texto no puede escapar de sus orígenes, de la esencia de la trama original, de las sombras de la casa de Bernarda, del dolor que flota en cada habitación y de la tragedia que se extiende sobre la familia.
“En la primera parte donde ella está en shock, con ese dolor y esa mirada al cielo es cuando empiezo a construir un discurso. En la parte central, en el corpus de la obra, hay mucho de Lorca y, hacia el final, me vuelvo a sentir un poco más libre. Yo tenía una serie de finales pensados para el personaje, sobre todo un parecido al de la Nora de Casa de muñecas, donde Poncia se marcharía dando un portazo, cogía las maletas y las abandonaba a todas. Sin embargo, Josep Maria Miró, que me ha ayudado y aconsejado con el texto, me hizo ver que estas mujeres nunca se marchan. Yo quería un final épico donde ella pudiera dejar atrás todo ese dolor, pero esta Poncia bebe de la tragedia y, por eso, al final, la dejamos dentro de casa.”
Poncia se representará a partir del viernes 28 de junio de 2024 en el Teatro Goya
Sinopsis
Dentro de una tormenta de niebla, Poncia, la criada de Bernarda Alba, reza por la muerte de Adela. La casa se ha sumido en un mar de silencio. Poncia habla sola y también con ellas, con Bernarda Alba y sus hijas.