Mayte Barrera dirige esta obra que protagonizan Irene Serrano y Jesús Barranco
Es una pieza inmersiva y participativa que sabe y huele a rosquillas caseras
En este cocinado colectivo a fuego lento, Irene Serrano y Jesús Barranco son la actriz y el actor que podremos encontrar entre fogones. Estos dos protagonistas van dando forma y endulzando un viaje hacia ese lugar que un día dejamos y al que siempre queremos volver. Esta es una propuesta con una invitación clara a volver a casa, a abrir tu álbum de fotos familiar y a reencontrarte con ese gesto o esa mirada, esos detalles del pasado que aún tienen el poder de consolar y de abrigar.
En su proceso de horneado, y a través del rito y de lo artesanal, esta pieza reposa sobre la forma en la que nos cuidaron aquellas personas que ya no nos acompañan hoy y sobre la herencia en forma de receta, de restaurante, de un canto compartido o de una antigua historia de amor de la que procedemos. También es una oportunidad para poder decir adiós, para aprender a hablar del duelo y para afrontar el futuro con esperanza, por todos los momentos cotidianos que quedan aún por construir.
“Sueño con tejer una red de recuerdos compartidos entre el equipo y el público, ya que sin los espectadores la pieza no ocurriría. Nuestro objetivo como equipo es generar comunidad y conectar con un rito, el de juntarnos en un teatro, pero también con el que se crea en una cocina o en un espacio familiar”, comenta la joven creadora Mayte Barrera, quien asume su primera dirección teatral y da un paso más en su experiencia escénica desde que, en 2008, comenzara su andadura como ayudante de dirección, ayudante de producción y regiduría en diferentes montajes y compañías teatrales. Además, desde 2016 forma parte de la productora Bella Batalla, capitaneada por Nacho Aldeguer, y desde 2018 es la ayudante de dirección de la compañía [los números imaginarios], liderada por Carlos Tuñón.
La Covancha es ese lugar de cada infancia recreado cada domingo de abril en El Umbral de Primavera a las 12:30 h. Los trucos para unas rosquillas tiernas y jugosas son el cariño y el trabajo aportados por la ayudantía de dirección y la jefatura de producción de Rosel Murillo Lechuga, la asesoría de dramaturgia y dirección de Luis Sorolla, la escenografía y vestuario de Paola de Diego, la iluminación de Rocío Sánchez Prado, el espacio sonoro de Nacho Bilbao, el vídeo de Ales Alcalde, la fotografía de Luz Soria, la asesoría de [los números imaginarios] y la producción de la propia Mayte Barrera en colaboración con Bella Batalla.
La Covancha es ese lugar de tu infancia que huele a rosquillas y a café recién hecho, donde tu abuela te enseñaba a amasar y tu madre a freír.
En un espacio aséptico como una sala de teatro, queremos generar a través de los sentidos ese viaje hacia ese lugar que un día dejaste y al que siempre quieres volver.
A través del rito y de lo artesanal, volverás a casa y podrás abrir tu álbum de fotos familiar para desentrañar esos gestos y volver a ver esa mirada, la que consuela y abriga.
La Covancha es un culto a lo pequeño, a lo cotidiano, a todo aquello que podemos agarrar con las manos. Es la insaciable búsqueda entre los recuerdos.
Es ese mapa generacional que crea nuestra memoria y se va perpetuando en el tiempo.
Ficha artística y técnica
Intérpretes: Jesús Barranco e Irene Serrano
Dirección: Mayte Barrera
Dramaturgia: Colectiva
Ayudante de dirección: Rosel Murillo Lechuga
Asesor a la dramaturgia y a la dirección: Luis Sorolla
Diseñadora de escenografía y vestuario: Paola de Diego (AAPEE)
Diseñadora de iluminación: Rocío Sánchez Prado
Diseñador de espacio sonoro: Nacho Bilbao
Vídeo: Ales Alcalde
Fotografía y cartel: Luz Soria
Jefa de producción: Rosel Murillo Lechuga
Asesoría: [los números imaginarios]
Produce: Mayte Barrera con la colaboración de Bella Batalla
Comunicación y prensa: Amanda H C – Proyecto Duas