¿La sociedad sigue imponiendo un modelo hegemónico de la normalidad?
¿Somos capaces, como sociedad, de cambiar nuestra forma de decir, hacer, mirar para generar un lugar común de diálogo horizontal y estructuras flexibles que den cabida a estos cuerpos y voces con sufrimiento mental que todavía no la tienen?
Concibe el cuerpo como un archivo vivo que se despliega y articula con la presencia escénica y, desde la oralidad y una neutralidad narrativa, permite mostrar y conectar lo más íntimo, particular y subjetivo con reflexiones colectivas y universales, transitando de lo personal a lo social.
Este acto de compartir permite amplificar miradas, dispositivos, y cuestionar estructuras que siguen estigmatizando a personas que se relacionan de diferentes formas y modos con el sufrimiento mental.
Un cuerpo atravesando una experiencia
Y la narración en formato escénico de esa experiencia.
A partir de un punto de partida: el descubrimiento de un silencio familiar y la necesidad de reconstrucción de la historia de mi abuela paterna. Un proyecto de investigación personal y social. Una reflexión sobre el cuerpo y el sufrimiento mental (el cuerpo físico, institucional, mental, social, sanitario, afectivo, político, etc.) y cómo estos cuerpos y estas voces con sufrimiento mental se encuentran con una sociedad que estigmatiza otras realidades, otras formas de estar en el mundo.
Una experiencia individual y subjetiva que en el acto de compartirla se convierte en social.