Jorge Bedoya, Beatriz Argüello, Arturo Querejeta e Isabel Rodes protagonizan el montaje, que acerca al espectador actual los conflictos de El mayor monstruo del mundo, La hija del aire y El monstruo de los jardines
Semíramis, de La hija del aire, Aquiles, de El monstruo de los jardines, y Tetrarca / Herodes, de El mayor monstruo del mundo protagonizan las tres historias del montaje, tres narraciones desde la propia perspectiva de estos conocidos personajes que acercan al espectador de hoy cuestiones como la culpa, el libre albedrío, la libertad o la esclavitud de los celos. La hermosa Semíramis, encarcelada y condenada de nacimiento por su belleza, el infeliz Aquiles, apartado por su madre para protegerle de su violento destino, y el inseguro Tetrarca, que sellará su propio y trágico destino, reviven en un montaje que combina escenas en verso de las obras de Calderón y narración en prosa.
Ecos de La vida es sueño
Explica Aurora Parrilla que “Calderón de la Barca, en muchas de sus obras, coloca como protagonista a uno de estos monstruos acompañándolos, en ocasiones, de profecías que anuncian, desde antes de su nacimiento, que serán los culpables de una fatalidad. Es por ello que los otros humanos, los encierran, los esconden, previniendo así al mundo del mal que les causaría su libertad. En esta pieza, partiendo de textos como La hija del aire, El monstruo de los jardines y El mayor monstruo del mundo, y con ecos de otros personajes como Segismundo, de La vida es sueño, nos preguntamos si no son el miedo, la represión y, en definitiva, la violencia los verdaderos padres de estos monstruos”.
Sueño, encierro, muerte y divinidad
La puesta en escena, cuenta el director del montaje, “pretende acercarse a ciertos aspectos del mundo poético de Calderón, principalmente a aquellos que nos permiten fantasear con ideas tan generosamente elocuentes y plásticas como el sueño, la vigilia, la suspensión, la caída, el encierro, la muerte y la divinidad, entre otras. En escena tres actores, un pianista, video escena y espacio sonoro para descodificar un generoso mundo poético en palabras, sonidos e imágenes que comuniquen con el espectador de hoy la tragedia que supone no formar parte de lo cotidiano, de lo ordinario, ni de lo aceptado como normal”.
Aurora Parrilla Camacho firma la dramaturgia de esta propuesta en la que los versos de Calderón conviven con prosa y música. La autora, licenciada en Dramaturgia por la RESAD, ha escrito obras como Simientes y Momentos perfectos y ha adaptado El castillo de Lindabridis. En 2022 fue seleccionada por el Centro Dramático Nacional para la segunda edición de Residencias Dramáticas, donde escribió El Invitado, obra más tarde publicada por el INAEM. Su versión de La ciudad alegre y confiada formó parte del ciclo de lecturas dramatizadas de Benavente del Teatro Español. Detrás de Monstruos. El prodigio de los dioses el espectador encontrará a algunos de los mejores y más conocidos intérpretes del teatro áureo, con David Boceta al frente del montaje. El actor, director y pedagogo ha dirigido para la CNTC En otro reino extraño y La gran Cenobia, además de protagonizar numerosos montajes.
Monstruos en el piano
Sobre las tablas, un trío protagonista formado por Beatriz Argüello, ArturoQuerejeta e Isabel Rodes. Los tres están acompañados en escena por otro artista de enorme talento, Jorge Bedoya. El pianista, que ha compuesto la música del montaje, será un personaje protagonista más. Su piano, sobre la escena, se convierte en un lugar más onírico de donde brotarán otros personajes monstruosos del teatro clásico español. El pianista ovetense, formado desde los 10 años en Madrid con importantes maestros, ha dado numerosos conciertos en España y en el extranjero. Licenciado en Arte dramático por la RESAD, ha sido miembro de Noviembre Teatro y ha participado en montajes como El mercader de Venecia, Ricardo III y Luces de Bohemia, dirigida por Alfredo Sanzol.
Beatriz Argüello, actriz y directora con enorme experiencia en el teatro español clásico y contemporáneo, ha trabajado en más de una veintena de montajes con directores como Xavier Albertí, Natalia Menéndez, Helena Pimenta, Miguel del Arco, José Luis Gómez, Juan Carlos Pérez de la Fuente, Eduardo Vasco, Gerardo Vera y José Pascual. La pasada temporada dirigió Valor, agravio y mujer con la CNTC. Arturo Querejeta, formado en la escuela de William Layton y uno de los rostros más reconocidos de nuestros escenarios, ha participado en más de 70 montajes desde 1977, formando parte de la CNTC y Noviembre Teatro en multitud de clásicos, además de trabajar en diversas propuestas del Centro Dramático Nacional y en numerosas series y programas de televisión. Isabel Rodes se ha medido a clásicos como La gran Cenobia, dirigida por David Boceta, y El burlador de Sevilla, además de una docena de montajes con la CNTC y Noviembre Teatro. Formada en la RESAD de Madrid, ha estrenado diferentes montajes en el CDN.
Amor por los clásicos
Prodigio Teatro nace del encuentro de artistas de sólida trayectoria, enorme talento y un profundo amor por nuestro teatro clásico. “Creemos que difícilmente se dará una época de mayor talento creativo coma ocurre en el Siglo de Oro español. Esa cantidad ingente de autores, de temas, de altura poética, es lo que entendemos como prodigioso y sentimos que hay que trasladarlo a los espectadores; nos apasiona el hacernos responsables de transmitir ese legado, de ese prodigio, desde la excelencia, el respeto y el rigor”, explica la compañía.
Junto a Boceta, Parrilla y el reparto, hace de Monstruos. El prodigio de los dioses un montaje imprescindible un equipo creativo repleto de grandes nombre de nuestros escenarios, con vestuario de Ana Garay, escenografía de Laura Ordás, iluminación a cargo de Juanjo Llorens, videoescena de Álvaro Luna y Antonio de Cos firmando el espacio sonoro. Paola Calleja es la responsable de la producción ejecutiva y Belén Sagrario de la distribución.
“Monstruo, ser fantástico que causa espanto. Ser que presenta anomalías respecto a su especie. Aquello que resulta excesivo. Monstruoso es lo extraordinario”