La versión de la obra de Calderón la firman Karmele Aramburu y Juan Polanco; este último también la dirige
García destacó de la producción que es una versión muy divertida, muy lúdica y muy simpática de un texto muy brillante de Calderón. Además, resaltó la confección de los muñecos o criaturas por parte de Mónica Florensa, quien, también, es responsable de las proyeccines y el vestuario.
Los muñecos son articulados por cuatro actores. Claudia Salas, Susana Martíns, Enrique Meléndez y Antonio Ponce. Alberto Arcos es el único actor que en escena no maneja ningún muñeco.
La dirección está firmada por Juan Polanco, quien también firma la versión junto a Karmele Aranburu. Hacia ellos el director de la cita encajera tuvo palabras de agradecimiento, además de destacar la labor en el verso de Karmele, una de las grandes especialista en verso clásico español que para el festival es tan importante.
Según palabras de Polanco, intentar ser diferente en teatro clásico es echar una mirada contemporánea a todo aquello que nos han dicho nuestros mayores, como en este caso Calderón. Cuando Alberto Arcos nos hizo la propuesta de buscar un texto y de hacer un proyecto para teatro clásico, decidimos que, en primer lugar, fuera un Calderón, y en segundo lugar que fuera una comedia. A partir de esta comedia impresionante teníamos que pensar cómo ponerla en escena.
Polanco recordó que los repartos en comedias clásicas son muy grandes, y ahí entraba el tema de producción. Cómo llevar una compañía de diez o doce actores con técnicos de gira. Doblar personajes no estaba dentro de nuestros planes. Ahí es donde nacieron «nuestros muchachos». Ocho criaturas que han salido de las manos de Mónica manejados por cuatro actores. Un reparto de lujo.