Llega el clásico de Esquilo “atravesado por la crisis moral de nuestro tiempo en el que los conflictos bélicos y los ciclos de odio caen sobre nuestros hombros y nos llevan a preguntarnos ¿Qué debemos hacer ante esta abrumadora realidad?”, como indican los responsables de Teatro Urgente
«Nuestro horizonte está en Atenas, ahí está el futuro. Los atenienses nos entregaron este maravilloso arte que se hace en asamblea donde unos representantes de los ciudadanos presentan posibilidades de la vida humana y nos las dan a examinar. La vinculación entre Teatro de La Abadía y teatro griego es permanente y, por tanto, nos resulta natural presentar esta Orestíada de Teatro Urgente, uno de los proyectos teatrales más interesantes e influyentes de los últimos años en este país», afirmó Juan Mayorga. El director artístico destacó también la importancia de contar con Ernesto Caballero en esta propuesta «cuando celebramos los 30 años de La Abadía, ya que ha presentado emblemáticos montajes como La tortuga de Darwin o Santiago de Cuba y cierra España, y formó parte del departamento artístico de La Abadía».
Pensar el futuro desde el pasado
Karina Garantivá, encargada de la dramaturgia, destacó que la elección de la Orestíada de Esquilo nos interpela en el presente. «El tiempo también escribe y en ese sentido el tiempo se vale de herramientas como las personas para escribir. Esta obra nos plantea un conflicto entre el origen y el destino y en ese sentido es profundamente actual. No es posible la construcción de nuestro futuro sin el reconocimiento de nuestra herencia, ni de nuestro patrimonio«. Además, para esta versión, la dramaturga ha recurrido «tanto a las imágenes y la poesía de Esquilo, pero también hay una mirada propia. Hay una intervención donde yo he querido poner el foco en dos de las tramas más actuales y que más me tocaron. Por un lado, está Orestes, este ser que se ve enfrentado al tiempo y a una idea de destino que también tiene que interpretar y definir qué es ser hijo. Por otro, he puesto también el foco en la trama de Clitemnestra, que creo que abre un debate al público sobre el sentido de justicia y la absolución de Orestes ante la muerte de su madre».
Teatro Urgente, bajo la batuta de Ernesto Caballero, afirmaba que la compañía «se funda para llevar a escena el pensamiento, con la dificultad que entraña llevar a la materialidad escénica conceptos tan abstractos y dotarlos de belleza, sensación y conmoción». Ahora, presentan en La Abadía un montaje que parte de la literatura clásica, potenciando sus conflictos, explorando los mundos que propone, pero inspirándose en las tragedias de hoy, encontrando ecos de Esquilo en el lenguaje nuevo, despojado de retórica, pero lleno de imágenes sensoriales. «Esquilo nos plantea cuestiones, no sé si eternas, pero sí de muy candente actualidad, como la cuestión de justicia, la venganza o cómo podemos parar esa violencia y esas furias que se manifiestan en la esfera social, por ejemplo en las redes sociales, y al margen de cauces habituales«.

Fondo y forma de Orestíada
En la trama de Orestíada se unen fondo y forma en un entramado que sigue la trayectoria de sus principales personajes: Clitemnestra, Agamenón, Egisto, Electra, Ifigenia y Orestes. Personajes de cierta magnitud y nobleza, y a la vez cercanos. Todos pertenecen a una misma familia, los Átridas y se ven arrastrados a una cadena en la que cada acto violento, reclama venganza. «El mito se reformula de tal manera en esta versión, que creo que es profundamente respetuosa y fiel porque dialoga de tú a tú con Esquilo», ha añadido el director.
Precisamente Marta Poveda, quien interpreta a Clitemnestra, intervenía para afirmar «que su personaje porta un patrimonio de dolor que debe manejar de manera visceral. La arrastra hacia el odio y la venganza más allá de sí misma». Nicolás Illoro, en su papel de Orestes señalaba que «en su pequeñez es arrojado al mundo donde la cultura, la familia, la procedencia, las costumbres tejen un camino para él y eso hace plantearte a ti cómo puedes salir de él». Junto a ellos, Alberto Fonseca ha añadido «creo que es interesante de la tragedia, y de esta en concreto, que todos los personajes tienen razones para llevar a cabo lo que hacen».
En la propuesta que llega el próximo 10 de abril, además de la multiplicidad de personajes encarnados por los cinco intérpretes, tendrá gran importancia la música de Bastian Iglesias. Si los coros grecolatinos eran cantos y los cuerpos traducían en danza los instrumentos, en esta ocasión contará con el uso del theremin, un vanguardista instrumento que reproducirá sonidos de la antigua Grecia y será manipulado en directo por el músico. Una puesta en escena despojada donde narrativa e iluminación dialogan y en la que se jugará con elementos característicos de la atmósfera teatral como luces de camerino, espejos, maquillaje, flores… Y un vestuario que mezclará la ropa de etiqueta con la fantasía, con predominio de sedas, negros y blancos. El montaje podrá verse hasta el 4 de mayo de martes a domingos.
Sobre Teatro Urgente
Fundada por Ernesto Caballero y Karina Garantivá durante la pandemia del 2020, Teatro Urgente nace como un laboratorio y un think thank teatral residente en el Teatro Galileo de Madrid con la idea de explorar a fondo la relación entre teatro y filosofía mediante piezas escénicas, de esta etapa salieron piezas como Voltaire, de Juan Mayorga y Hannah Arendt en tiempos de oscuridad, de Karina Garantivá, que agotó las entradas en sus dos temporadas. Con Orestíada, emprenden un camino en el que se proponen desarrollar producciones con vocación de gira, convocantes para el público sostenidas por el trabajo actoral, la literatura dramática y el riesgo escénico, y que cuenten con la experiencia desarrollada durante el laboratorio Urgente.