OSCAR y MAMI ROSA es seguramente una de las obras imprescindibles en la cartelera teatral de cualquier ciudad
Con valentía, con imaginación y también con buen humor, Mami Rosa compartirá los últimos doce días de la vida de Óscar, tejiéndose entre ambos una intensa relación de amor y amistad,
relación que nos irá introduciendo en los grandes misterios de nuestra existencia: el amor, la muerte, la felicidad…
La excepcionalidad de este trabajo reside precisamente en ser un monólogo “a varias voces”. A través de la extraordinaria magia en escena de Mona Martínez, cobrarán vida ante nuestros ojos todos los personajes que componen la historia: Óscar, sus amigos (Bacon, Popcorn, Einstein, Peggy Blue), sus padres, el doctor Düsseldorf, las enfermeras… y sobre todo Mami Rosa, la voluntaria tierna y divertida, llena de coraje y valentía, que no tiene miedo de hablar de la enfermedad y de la muerte.
El héroe de nuestra historia es Óscar, un niño, porque como dice Schmitt, “durante la infancia nos preguntamos más fácilmente por los problemas serios de la vida”.
Frente a Óscar, la enfermedad, rodeada de preguntas dolorosas, el miedo de sus padres, el silencio del médico, el silencio del cielo (si Dios existe, ¿me podría echar una mano?).
La irrupción de Mami Rosa en su vida le ayudará a conjurar la tristeza, la impotencia y el miedo ante la enfermedad. De su mano esos últimos doce días se convertirán en un viaje iniciático al corazón del misterio: la búsqueda de un sentido a lo que no podemos comprender.
Óscar y Mami Rosa “refleja un optimismo que no niega el dolor, sino que se basa en la decisión de no verse destruido por lo trágico”.
Esta ausencia de pesimismo es una de las claves en casi todas las obras de Schmitt.
Óscar y Mami Rosa es un canto a la vida y a la imaginación. A pesar de lo corta que pueda ser nuestra existencia, merece la pena saborearla intensamente, explorando nuestra capacidad de enriquecer todo lo cotidiano. Porque la felicidad, dice Schmitt, no consiste en ignorar el sufrimiento, sino en integrarlo.