A finales de enero se cumplirán 44 años desde el asesinato de los abogados de Atocha. Coincidiendo con el aniversario del atentado tendrá lugar el estreno absoluto de la obra Atocha: El revés de la luz, que narra la terrible historia desde el punto de vista de uno de los supervivientes
A partir del testimonio directo de Alejandro Ruiz-Huerta, el único de los abogados que sufrió el ataque y queda con vida a día de hoy, Javier Durán escribe y dirige Atocha: El revés de la luz, la primera obra de teatro que aborda el trágico suceso
El tema ha vuelto a ser noticia en las últimas semanas, ya que Carlos García Juliá, uno de los asesinos condenados, acaba de ser puesto en libertad beneficiándose de una reducción de condena
Ahora, 44 años después, Alejandro Ruiz-Huerta es el único de los cuatro abogados que se salvaron de los disparos que sigue vivo. Aún hoy arrastra secuelas psicológicas por esa terrible experiencia, nunca más volvió a ejercer la abogacía y sólo muchos años después pudo volver a sentarse de espaldas a la puerta. Alejandro Ruiz-Huerta es el presidente de la Fundación Abogados de Atocha y sigue participando en numerosos actos de recuerdo y homenaje.
A partir de numerosas lecturas y las entrevistas personales con el propio Alejandro llevadas a cabo por el autor y director del montaje, Javier Durán Pérez, Atocha: El revés de la luz lleva su vida a escena. La obra incide especialmente en sus esfuerzos por superar el trauma de haber sobrevivido, narrar su experiencia y recuperar la normalidad en una sociedad que ya no volvería a ser la misma.
Las secuelas del atentado no solo afectan a Alejandro, ya que el tema sigue teniendo eco en la actualidad. Uno de los asesinos, Carlos García Juliá, acaba de salir de prisión. Lo hizo el pasado 19 de noviembre sin cumplir los más de diez años que le restaban de la condena a 193 años de cárcel que le impuso la justicia en 1980. García Juliá fue extraditado a España desde Brasil en marzo de 2020 a petición de la justicia española. Llevaba décadas prófugo tras quebrantar la libertad condicional que se le concedió en 1991. En 2017, la Audiencia Nacional cursó una nueva orden de detención internacional tras conocer que se ocultaba en Brasil bajo una identidad falsa.
De ahí que 44 años después de la matanza de los abogados de Atocha el atentado siga siendo noticia. Uno de los episodios más negros de nuestra historia reciente es difícil de dejar atrás. Las víctimas merecen no caer en el olvido, al igual que los supervivientes. La lucha por la libertad y los derechos de los trabajadores, tampoco.
Atocha: El revés de la luz, es la primera obra de teatro que se adentra de lleno en la matanza de los abogados de Atocha. Es un proyecto impulsado por Javier Durán Pérez, autor y director del montaje. Nacho Laseca, Fátima Baeza, Alfredo Noval, Frantxa Arraiza y Luis Heras serán los intérpretes que darán vida a los distintos personajes protagonistas de la historia como el propio Alejandro Ruiz-Huerta, Lola González, Manuela Carmena (cofundadora del despacho de abogados laboralistas de Atocha, ex jueza y ex alcaldesa de Madrid), Cristina Almeida (una de las abogadas de la acusación en el juicio), Miguel Sarabia, Luis Javier Benavides, Javier Sauquillo… entre otros.
El estreno absoluto de este montaje tendrá lugar en el Teatro del Barrio del 19 al 24 de enero de 2021 (los asesinatos tuvieron lugar la noche del 24 de enero de 1977). Las entradas ya están a la venta en la web del teatro.
Palabras del autor
Cuando conocí a Alejandro me impresionó la facilidad con las que las palabras salían de su boca para narrar lo que le sucedió. Pronto comprendí que no siempre había sido así.
Cuando fue desarrollando su relato, me reveló que durante muchísimo tiempo no podía ni nombrar el atentado. Solo tras años de terapia pudo terminar el libro La memoria incómoda, en el que reflexiona sobre el Derecho, la Democracia y sobre lo que significa sobrevivir a una experiencia como la suya. El título de su autobiografía no puede ser más revelador, ya que Alejandro ha dedicado gran parte de su vida a reivindicar la memoria, tanto la personal como la colectiva. Y es que en pocos individuos se concentran las dos de una manera tan dramática. Testigo de primera mano –primerísima, a su pesar– de un acontecimiento clave de nuestra Historia reciente, su testimonio se revela fundamental para entender una época.