«Rose», una historia de superación que atraviesa todo el siglo XX, llega a La Villarroel de Barcelona

Tania Brenlle dio la bienvenida a los medios, admitiendo sentirse muy privilegiada de estar acompañada de una gran actriz como Carme Sansa y de Daniel Anglès, amigo y compañero de trabajo de la directora artística de La Villarroel. Una ocasión doblemente especial para, tal y como explicó, tener la oportunidad de presentar un espectáculo como el de Rose.

“Así que Daniel me trajo el texto, supe que eso quería hacerlo. Y enseguida salió el nombre de Carmen. La fuimos a ver a Sala Atrium con Lluís Marco y, entonces, yo ya sabía que era la escogida. Vimos a una gran actriz, sólida y entrenadísima”.

Hablando del espectáculo en sí, Brenlle explicó que se trata de una obra en voz femenina que, a pesar de ser una ficción fruto del talento de Martin Sherman, podría tratarse de un relato testimonial por cómo está estructurada. Destaca, además, que se trata de un texto nominado al premio Laurence Olivier que fue aclamado por la crítica. “Hablamos del relato de una mujer judía que sale de Ucrania, pasando por Varsovia y hasta Estados Unidos en una vida plagada por la guerra. Es un viaje a través de toda la historia del siglo XX”.

“Se me activó la urgencia de hacer ese texto
cuando estalló el conflicto entre Israel y Palestina”

Daniel Anglés

Daniel Anglès, director del espectáculo, agradeció muchísimo a La Villarroel la posibilidad de acoger un montaje como éste. “Es un texto que adquirí hace tiempo, en Londres, y, al leerlo, me impactó muchísimo. Se me activó la urgencia de hacer ese texto cuando estalló el conflicto entre Israel y Palestina. Este texto nos remite a una realidad complicada, a un proceso durísimo pero mantiene, en todo momento, su punto de vista en las personas, que es lo que de verdad importa. El conflicto actual es una situación tremendamente enrevesada porque, aunque todos tenemos claro que ninguna muerte es aceptable, existen posicionamientos políticos coherentes y que también hay que respetar. En conflictos así, la religión se sitúa por encima de las relaciones humanas y no conecta con que, en el fondo, somos individuos empáticos. Creo que es una idea que hay que oír en el momento actual.”

Hablando del proceso de ensayos del espectáculo, Daniel Anglès confesó que se sentía algo intimidado por tener que dirigir a una intérprete de la talla y nivel de Carme Sansa. “Me hacía mucha ilusión, pero también mucho respeto y lo cierto es que estoy muy contento del proceso de creación. Siento que estamos recuperando el placer del teatro en su esencia: un texto, una actriz y el público cerca. Las últimas cosas que he vivido a nivel escénico han sido muy grandes, y, ahora, sólo con pensar que la escenografía se limita a un simple baúl de madera… Está siendo un viaje muy y muy bonito”.

Anglés resaltó la increíble dificultad interpretativa de la pieza que obliga a la actriz que encarna al personaje de Rose a permanecer sentada durante toda la función. “Es complicado porque el personaje de Rose está haciendo la shivah, un ritual tradicional de luto judío, y ella se pasa toda la obra sentada, con un vaso y una botella de agua y habla con esa persona que le ha venido a visitar y es desde aquí, en este punto de pausa en el tiempo, que su cerebro viaje atrás, un viaje que comienza cuando nace en 1920. Esta mujer sale de Ucrania para verse atrapada en el ghetto de Varsovia durante los años 30 y, finalmente, llega y vive su vida en Estados Unidos. Su hijo, en cambio, es quien se va a instalar en Israel. Rose, una persona que ha sufrido este viaje, verá qué pasa en el país y con el que empatiza. Hablamos de una mujer muy fuerte que, por su recorrido vital, ve el mundo desde un sitio muy concreto”.

“Cuando leí el texto, no pude decir que no.
Me gustó muchísimo y le dije que contara conmigo.
Tengo muchas ganas de hacerlo.”

Carme Sansa

Carme Sansa compartió sentirse encantada de poder trabajar en este texto. Aunque, en un principio, su agenda le planteaba ciertas reservas, todo cambió cuando tuvo el texto en sus manos: “Tengo que confesar que, cuando Daniel me llamó, temí que quisiera proponerme un musical. También tenía mucho trabajo y veía complicado poder compaginarlo. Cuando leí el texto, no pude decir que no. Me gustó muchísimo y le dije que contara conmigo. Tengo muchas ganas de hacerlo.”

La actriz afirmó que el proceso de ensayos ha sido muy agradable y enriquecedor. “Trabajamos muy a gusto con Daniel y estamos muy de acuerdo en la forma de aproximar el texto. Un texto magnífico, pero también muy difícil. Creo que podemos conectar mucho con el público a pesar de no haber pasado una guerra como la que ha vivido Rose; la gente de aquí también afronta problemas. Aparte, me resuena mucho la perspectiva del autor con un tema tan delicado. Al margen de lo que yo pueda hacer en la vida, ante todo, soy yo, como persona. Esto nunca lo puedo olvidar y, pero esto, según qué obra no la haría.”

Sinopsis

Para poder vivir, primero es necesario sobrevivir. Su historia es nuestra historia.

Carme Sansa, una de las grandes damas del teatro catalán, se enfrenta a uno de los mayores retos de su carrera: dar vida a Rose. Nacida en un pequeño pueblo de Ucrania, su vida ha sido esculpida por la historia. Su viaje desde los guetos de Varsovia hasta las luces de neón del gran sueño americano es una lucha por la supervivencia frente al fanatismo.

Su relato sobrecogedor del siglo XX nos recuerda cuántas cosas han cambiado y, sobre todo, lo que necesitamos luchar todavía por las que no han cambiado. Ahora, a sus 80 años, su vida nos hace viajar a través de nuestra historia. Hoy, Rose está de luto. ¿Por qué? ¿Por quién?

Este monólogo ha sacudido a públicos de todo el mundo. Desde su estreno en el National Theatre de Londres en 1999, ha triunfado en el West End, en Broadway y finalmente llega a nuestros escenarios. Un texto que toma una vigencia demoledora por culpa del conflicto que cada día está devastando vidas en Oriente Medio.