Si yo fuera madre es un ejercicio de autoficción que no habla desde el ‘yo’ sino desde el ‘nosotras’, y que plantea una indagación artística y vital sobre el amor después del amor, el hecho de ser madre o no serlo, y el lugar que ocupan los cuidados en nuestra sociedad. Es un acto de conciliación en escena.
Hay una niña y un niño en el escenario, puro presente y azar que nos devuelven a la esencia de lo teatral: el encuentro colectivo con lo inaplazable y lo imprevisible; esto es, con el misterio de estar vivas. En el origen del proyecto, “Lucas tenía seis meses, Julieta tres. Nos preguntábamos hasta dónde llegaríamos trabajando con nuestros bebés, ante la disyuntiva a la que la sociedad nos abocaba: invisibilidad o desapego. Elegimos conciliar y ser vistas”, cuentan Rocío y Julia. En enero del 2020, Si yo fuera madre (SYFM) se estrenó en el Teatro Central de Sevilla, con la sala llena y buenas críticas durante cuatro funciones. “Lucas tenía año y medio y muchos mocos, Julieta aún tomaba teta (también en el escenario), y ambos usaban pañales”, recuerdan las creadoras.
El 4 de junio de 2020, en plena pandemia, se estrena por zoom una versión virtual de la propuesta, llenando una sala de treinta personas con dos funciones a la semana. Eran las primeras semanas de la desescalada, y el mundo de la autogestión en versión expandida también concilia con Lucas y Julieta gracias a que sus padres pasan horas en la habitación de al lado, “mientras nosotras (con Violeta Hernández, Álex Peña y David Montero) montamos este artefacto de supervivencia teatral”, continúan las creadoras.
A esta experiencia escénica no le han faltado reconocimientos: ha sido galardonado con el PREMIO CINTA a la mejor creación andaluza 2020 y PREMIO ESCENARIOS de Sevilla 2021 a la mejor autoría.
Tras este periplo, una de las personas hasta ahora presentes en el escenario, David, abandona el viaje, “dejándonos su huella y su vacío”, valoran las directoras. “Es insustituible, decidimos. Y elegimos trabajar con su hueco y seguir, con coherencia, reinventando la pieza. Así, “ese cuerpo lo pondrá un artista diferente cada vez (local, en lo posible)», para compartir la manera como se ha relacionado con la maternidad o la paternidad. En el Teatro del Barrio será la periodista, escritora y dramaturga Silvia Nanclares.
“Un empeño más en estar vivas; abriéndonos a lo nuevo cada vez, y a la riqueza de la mezcla, o de la mezcolanza, quién sabe”.