Con esta adaptación del clásico de la literatura de Stefan Zweig, el espacio madrileño continúa su apuesta por la reflexión contemporánea y el desarrollo de nuevos públicos
Silvia Marsó, Germán Torres y Felipe Ansola, acompañados de una formación musical de cámara, encarnan esta historia sobre la libertad de la mujer y los convencionalismos
Premio Broadway World Spain 2018, el espectáculo le valió a Marsó ser finalista al Premio Valle Inclán 2019 y a los Premios de Teatro Musical 2018
La pieza se ha alzado con el Premio Broadway World Spain como Mejor Espectáculo Musical de Pequeño Formato y le ha valido a Marsó ser finalista al Premio Valle Inclán 2019 y a los Premios de Teatro Musical 2018. Con más de 150 representaciones y tras su éxito en el Teatro de La Abadía de Madrid donde se tuvieron que prorrogar las representaciones, esta adaptación conjuga la música original del ruso Sergei Dreznin y la dramaturgia de los autores franceses Christine Khandjian y Stéphane Ly Cuong. Acompañados en directo por una formación musical de cámara dirigida por Josep Ferré, los actores Silvia Marsó, Felipe Ansola y Germán Torres nos conducirán hasta la Costa Azul, el Casino de Montecarlo, la Riviera Francesa y la antigua Viena en un crisol de la vieja Europa, encarnando esta historia sobre la libertad de la mujer y los convencionalismos sociales.
«Una aristócrata, con una estable y burguesa vida, tendrá una experiencia única, absolutamente inesperada, que la enfrentará a todos sus principios vitales y morales. Con esta sencilla y poderosa historia, Zweig nos propone una reflexión sobre los caminos imprevistos de la vida que nos lanzan a abismos insondables, transformándonos para siempre», explica Ignacio García. «El espectador vivirá un torbellino, un delirio que tan solo dura veinticuatro horas, pero que transforma a los protagonistas para siempre. Una visión subjetiva de la pasión, que conduce a los personajes por la peligrosa senda de los deseos más profundos, que tantas veces necesitamos vivir, de forma inconsciente, para huir de nuestra propia vida».
24 horas en la vida de una mujer desentraña con ironía los convencionalismos sociales y morales, provocando en el espectador una pregunta: cuando el destino nos empuja a una situación límite, cuando las pasiones y los deseos más profundos escapan de nuestro control, ¿somos capaces de romper esas barreras para conquistar la libertad?