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Teatros del Canal estrena la adaptación del relato policial «La gota de sangre», de Emilia Pardo Bazán, dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente

Gary Piquer, como el investigador, y Roser Pujol, que asume seis personajes, protagonizan esta versión de una obra considerada el primer texto policiaco moderno de la literatura española

De las páginas del libro, La gota de sangre salta al escenario del teatro cuando está a punto de concluir el año de conmemoración del centenario de la muerte de la escritora gallega. Y lo hace en Teatros del Canal, donde el viernes se estrena una producción de la Comunidad de Madrid, cuya versión ha escrito el dramaturgo Ignacio García May y dirige Juan Carlos Pérez de la Fuente. La obra permanecerá en cartel hasta el 19 de diciembre.

El actor Gary Piquer vuelve a vestirse de detective después, justamente, de aquel Sherlock Holmes que interpretó en el cine en la película de José Luis Garci Holmes & Watson: Madrid days. Su Ignacio Selva, que recurre a la observación y deducción para desentrañar el caso, parece inspirado en el personaje inventado por Arthur Conan Doyle.

La contraparte de su personaje en el montaje de Pérez de la Fuente la aporta la actriz Roser Pujol, quien asume seis personajes: el principal, el de Chulita Ferna, pero también en juez, médico, sereno, cupletista y en Andrés Ariza, otra de las figuras clave de La gota de sangre.

Según todos los especialistas, La gota de sangre es el primer relato policial moderno de la literatura española. “Doña Emilia, siempre atenta a las innovaciones culturales de su época”, explica Ignacio García May, “no podía dejar de interesarse por el explosivo fenómeno de Sherlock Holmes, quien a la sazón gozaba ya de fama internacional”.

Según el autor de esta versión, a Pardo Bazán no le gustaba Sherlock Holmes, y por tanto construyó su relato a la contra. “En su intento de darle la vuelta a las convenciones establecidas por Conan Doyle, la Pardo Bazán lanza a su detective, de forma sorprendentemente innovadora, por caminos entonces inexplorados y que a la larga se concretarán y popularizarán en esa variación de lo policiaco que es lo noir”. Su novela es la primera policiaca escrita por una mujer, que se adelantó en una década a Agatha Christie, cuya primera ficción publicó en 1920.

El argumento de La gota de sangre transcurre en el Madrid de principios de siglo XX, donde un hombre de clase acomodada, en un momento depresivo de su vida, decide investigar el crimen de un hombre de negocios andaluz cuyo cadáver encuentra de madrugada en un solar. Con un humor irónico, el relato recorre el ambiente social de la ciudad, observa a sus ociosos ciudadanos acomodados y descubre la figura de una mujer, una, según García May, femme fatale, que hace tambalear las convicciones del investigador. “El material, en suma, es extraordinariamente atractivo, y hemos pensado que resultaba ideal para rendirle homenaje a esa mujer asombrosa que fue Emilia Pardo Bazán”.

 

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