El espectáculo cuenta en el elenco con Vicky Peña, Manuel de Blas, Pere Ponce, Candela Serrat, Aleix Peña, Pietro Olivera, Lucía Barrado, Nuria García, Juan Calot y Anabel Moreno
Como un trasunto de Romeo y Julieta de Shakespeare, la violencia del mundo, de familias, de pueblos que se encarnan en los personajes de la obra proyectan la evidencia de la intolerancia y el odio que late en la identidad y las ideologías
La pieza del dramaturgo de origen libanés, actual director de La Colline. Théâtre National de París, se exhibirá en la Sala Verde hasta el 29 de diciembre
El estreno de Todos pájaros se produce dentro de una coyuntura histórica, la del conflicto israelo-palestino, que se encuentra en el corazón de esta obra, y cuya violencia recrudecida ha movilizado conciencias y llamados a la acción para detenerla.
La obra está inspirada en una leyenda persa sobre un pájaro anfibio: un pájaro que sueña con nadar con peces y al que le crecen branquias para poder hacerlo. “Esta historia de mutación me trastorna hoy por lo que cuenta sobre nuestro tiempo, de nuestro mundo y de nuestra relación con el Otro, con el enemigo, por así decirlo”, ha escrito Mouawad aludiendo metafóricamente a ese conflicto.
Así el escritor interpela al espectador sobre el trasfondo de esta convulsa encrucijada humana y para ello reúne en escena a una joven pareja: un científico alemán de origen judío que yace en un hospital en coma a consecuencia de un atentado cometido en la frontera entre Jordania e Israel, y a su amada, una americana de origen árabe.
En torno a la habitación del hospital donde el joven permanece se citan familiares, cuya presencia origina la escenificación de conflictos personales y políticos que muestran cómo en los enfrentamientos fratricidas ninguna realidad puede dominar a otra.
Como un trasunto de Romeo y Julieta de Shakespeare, la violencia del mundo, de familias, de pueblos que se encarnan en los personajes de esa habitación proyectan la desoladora evidencia de la intolerancia e incluso el odio que late en la identidad, en las ideologías, y minan la conciencia de todos.
Nadie como el director Mario Gas para asumir el delicado mecanismo teatral de Todos pájaros. Ya se zambulló con un estruendoso éxito en la obra cimera de Mouawad, Incendios, en un memorable montaje estrenado en 2016. En esta nueva aventura Gas volverá a trasladar la palabra de Mouawad, que, como una forma de resistencia ante un conflicto en apariencia irresoluble, quiere convertir el odio contra el Otro en un gesto de amor.
En esta nueva aventura Gas, Espert y el resto del elenco volverán a trasladar la palabra de Mouawad, que, como una forma de resistencia ante un conflicto en apariencia irresoluble, quiere convertir el odio contra el Otro en un gesto de amor.
La memoria de un creador
La memoria de Wajdi Mouawad se despliega como una red por su teatro. Sus orígenes libaneses, su exilio, primero en Francia, después en Canadá, sus relaciones familiares, personales se imbrican en conflictos históricos vinculados a su propia herencia permeando su escritura como un testimonio a la vez íntimo y público.
A España ha ido llegando paulatinamente gran parte de su considerable producción: Incendios, su obra más famosa, Cielos, Madre, Hermanas, Litoral, Un obús en el corazón, Seúl… que han descubierto no solo a un dramaturgo sino a un poeta y filósofo expresándose mediante el teatro, director asimismo de sus propias creaciones y de adaptaciones de clásicos como Sófocles y Shakespeare.
Nacido en 1968, Mouawad, que vive actualmente en Francia, obtuvo su diploma como intérprete en 1991. Ya por entonces codirige junto con la actriz Isabelle Leblanc su primera compañía: Théâtre Ô Parleur. Desde entonces se ha desempeñado como director en varias compañías canadienses, con las que ha ido estrenando su extensa producción teatral y obras de otros autores como Céline (Viaje al fin de la noche), Shakespeare (Macbeth) y Pirandello (Seis personajes en busca de autor). Actualmente es director artístico de La Colline. Théâtre National en París, compañía con la que estrenó en Francia Todos pájaros en 2017.
Además de interpretar papeles en algunas de sus obras, lo ha hecho para otros directores como Brigitte Haentjens en Calígula de Albert Camus, Dominic Champagne en Cabaret Neiges noires y Stanislas Nordey en Los justos de Camus.
Wajdi Mouawad ha recibido varios premios por sus textos, sus producciones y sus puestas en escena, entre ellos el Prix de la Francophonie de la Société des auteurs et compositeurs dramatiques (SACD) por todo el conjunto de su obra y el Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa por el conjunto de su obra dramática. Igualmente es Caballero de la Orden Nacional de Artes y Letras de Francia por el conjunto de su obra.
Traducido a más de veinte lenguas, las obras de Mouawad han viajado cinco continentes expresando la idea de que, como el propio autor afirma, “el arte es un testimonio de la existencia humana visto a través del prisma de la belleza”.