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Un edificio, un desahucio, un suicidio. Un mundo distópico no tan lejano donde todo puede ocurrir

Imagen de una escena de la obra

Imagen de una escena de la obra

Archipiélago es un proyecto escénico escrito, dirigido e interpretado por Begoña Caparrós, un espectáculo unipersonal que nos lleva a transitar por la temática del hogar, de los afectos, de la soledad y de la pérdida
Caparrós se mete en la piel de tres personajes que deben abandonar sus viviendas para alojarse temporalmente en un barco. Tres vidas pausadas que conoceremos durante la función. Lo que la autora y directora concibió como una distopia, no está tan lejos de convertirse en realidad si prestamos atención a iniciativas tan cuestionables como la del barco fletado para inmigrantes y refugiados el pasado verano en el Reino Unido por el Gobierno de Rishi Sunak

Archipiélago, nos invita a ingresar en el íntimo universo de tres seres cuyas vidas han sido pausadas espacial y temporalmente por no tener un hogar. Un barco, como una isla de los menos privilegiados, sin un destino claro, es una alusión a la metáfora de Caronte, el mítico barquero que trasladaba los cuerpos de un mundo a otro.

Un espectáculo unipersonal escrito e interpretado por Begoña Caparrós nos lleva a transitar por la temática del hogar, de los afectos, la soledad y la pérdida.

 

De dónde surge el proyecto

Es detonante de este proyecto la noticia del suicidio de una mujer de 65 años en el barrio de Chamberí al ser desahuciada de su vivienda.

Este hecho llevó consigo una profunda reflexión que llevó a tomar como ejes temáticos para un futuro montaje, por un lado, las compras de edificios de grupos inversores en varios barrios céntricos, la gentrificación y el rápido crecimiento de los barrios que impacta sobre los oficios de calle, y por otro, las situaciones de soledad en las personas mayores.

Pensamos el hogar como cobijo y lugar de afectos que cubre necesidades básicas del ser humano. Por tanto, la combinación entre la carencia de hogar y la soledad es, a menudo, explosiva. Los barrios crecen de manera que los que se ganan la vida en las calles van perdiendo sus lugares de trabajo. La gentifricación es un fenómeno global.

Nuestra Constitución recoge el derecho a la vivienda como derecho fundamental, pero la realidad nos demuestra que la precariedad, la incertidumbre y la dificultad para acceder a la vivienda están a la orden del día… 

 

 

Cómo ha sido su desarrollo

Archipiélago es un proyecto en el que Begoña Caparrós lleva tiempo trabajando. Tras comenzarlo en un Master de Creación Teatral, fue invitada por la Compañía Nacional de las Artes, con sede en Bogotá, en 2020 a una residencia artística de investigación.

Posteriormente obtuvo un apoyo de la Universidad Carlos III y la Fundación Carasso para continuar el desarrollo de dicha investigación y esa fase culminó con una apertura del proceso en Noviembre de 2022. 

El proyecto de puesta en escena se desarrolló apostando por la simplicidad en la escenografía, pero con la convicción de que fuera una potente experiencia estética. Así, sencillas cajas de cartón colgadas se irán convirtiendo a los ojos del espectador en los pisos de un edificio a medida que cada personaje va apareciendo en escena. 

 

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA

Texto, interpretación y dirección: Begoña Caparrós
Asistente de dirección y coreografía: Patricia Roldán
Espacio visual: Adrián Arias
Espacio sonoro: Pili Monzón
Otros sonidos: Lucia Trentini
Técnico de sala: Jaime Miñarro / Lokearte
Voces: Ana María Marí Fuster y Javier Tolentino
Luces: Inés de la Iglesia
Vestuario: Isa Brena
Producción: Begoña Caparrós

 

Begoña Caparrós

Actriz e impulsora de proyectos artísticos, desarrolla su carrera profesional en España, Latinoamérica, California y Uganda.

Cuenta con el Máster de Creación Teatral de la Universidad Carlos III dirigido por Juan Mayorga (Madrid, 2019), es graduada en Laban Movement Analysis (Berkeley, California 2001) y en el programa de técnica Meisner (Barcelona, 2010).

Reside en Madrid y trabaja en teatro, cine, publicidad y televisión. En sus años en San Francisco realiza doblaje y locución, a la vez que forma parte de diversos grupos de performance. Ha dado consultorías de movimiento en la Universidad de Stanford, entre otros lugares. En 2003, funda en Uganda el proyecto In Movement: Art of Social Change, un exitoso proyecto de educación artística para jóvenes de entornos desfavorecidos en colaboración con los artistas locales.

Algunas obras de teatro que destaca son El corazón entre ortigas, de La Zaranda, En la Ley, de Sergio Martínez Vila, dirigida por Juan Ollero, S.I.N.G.E.L.S, dirigida por Javier Roig y Pepe Cabrera, y en El día que Chejov bailó con Elvis, dirigida por David Planell. En televisión, Cuatro Estrellas, Madres, Amar es para siempre, La víctima número ocho, Así no es el fútbol Centro médico, y en cine la película Cien Años de perdón de Daniel Calparsoro. Ha participado en Microteatro en diversas ocasiones: TINDER, Esperando a Manuel, Sin Papeleo y Ampollas.

En los últimos años en el apartado teatral, ha participado en la creación colectiva Criaturas Domésticas dirigida por Lucia Trentini; Érase una vez un GI Joe en la Cólquide de Uganda dirigida por Rakel Camacho y, posteriormente, por Ana Contreras ; en la lectura dramatizada Las raíces cortadas de Jerónimo López Mozo, dirigida por Laila Ripol en la Biblioteca Nacional de Madrid y en el Teatro Fernán Gómez; y en un proyecto sobre el Romancero apoyada por la Fundación Menéndez Pidal, que recientemente ha comenzado con una lectura dramatizada sobre Maria Goyri y el Romancero en la Biblioteca Nacional, con dramaturgia y dirección de Albert Tola y Eva Hibernia.

 

 

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