Martina, “La empoderada”: Adinerada a los ventipocos, es la encantadora directora de una gran empresa de diseño gráfico. Vive sola, aunque piensa mudarse con Fran dentro de poco a un pisito bien cuco en el centro de Madrid, donde tendrán un sexo salvaje cada noche.
Lucía, “La tradicional”: Novia de David desde el instituto. En cuanto tuvo los 18 se fue a vivir con él mientras estudiaba para ser profesora de infantil, trabajo que ha dejado de lado porque con el sueldo de David es de sobra para los dos.
Pero… Muchas de las personas que creemos conocer, ¿las conocemos realmente? ¿Acaso Ana es feliz con esa vida de cuento de hadas que a todas nos han vendido como la mejor?, ¿acaso Martina disfruta tanto del sexo como todos, incluso su pareja, piensan?, ¿acaso Lucía ha elegido por sí misma vivir a la sombra de su gran amor?
La conformidad, el satisfacer a otros, las vejaciones, los abusos, las agresiones y, sobre todo, el silencio, dibujan el día a día de estas tres amigas de la infancia. Tres amigas divididas y encerradas en sus cajas de cristal.
Ellas están realmente enamoradas, y el amor…El amor…El amor es así, ¿verdad?
El proyecto
El proyecto nace de querer expresar cómo el machismo puede neutralizarse y contrarrestarse con la educación.
El feminismo, después de seguir avanzando los últimos dos siglos, ha llegado al punto que exige y necesita una mirada más introspectiva y analítica sobre los comportamientos entre las propias mujeres.
Alrededor de este proyecto, queremos desarrollar la necesidad de fomentar la complicidad y empatía entre mujeres para acortar el largo camino que nos separa del empoderamiento femenino, así como la conciencia sobre la educación, lugar de donde nace todo. Esto nos lleva a analizar el problema del machismo social desde la raíz, creando una línea de investigación.
Nos encontramos con el proceso de recordar y reconocer canciones infantiles populares que todos hemos escuchado en nuestra infancia, como La Chinita, de Enrique y Ana; Don Federico, Los días de la Semana de los Payasos de la Tele; Soy Capitán, entre otras que aparecen en el espectáculo.
Canciones que hablan de temas como: La mujer debe estar en el hogar, infidelidades normalizadas y aplaudidas entre hombres, violaciones, como en el caso de Enrique y Ana; Incluso violencia física hacia la mujer. Estas canciones son el hilo conductor del espectáculo, que desde la voz de 3 niñas pequeñas, van abriendo los conflictos de Ana, Martina y Lucía, los tres personajes de la obra.
Hacer uso de estas canciones nos permitió incidir de lleno en la problemática de la educación y de los aprendizajes que tenemos desde la infancia, tanto niños como niñas, con el objetivo de mostrar una realidad palpable a nivel social, alejándonos de señalar con el dedo a «los culpables», y creando un espacio donde el público pueda reflexionar, como sociedad.
Si nunca reflexionamos sobre la información que poseemos, ¿cómo podremos avanzar como humanidad?